martes, 24 de mayo de 2011

Últimos días de la víctima, J.P. Feinmann y A. Aristarain (guión)

Últimos días de la víctima
Escrito en colaboración con Adolfo Aristarain   
Fue en septiembre de 1981 cuando me telefoneó Adolfo Aristarain. “Quiero”, me dijo, “filmar tu novela”. No nos conocíamos. O. nos conocíamos muy poco. Yo, que soy hombre memorioso, lo recordaba en la noche del estreno de su primera película, La parte del león. Tenía -Aristarain
tenía— muchos nervios, no tenía barba y tenía encima dos o tres whiskys que le avivaban el rostro y el coraje.  Así, entró a la sala.
Últimos días... —la novela— se publicó en diciembre de 1979. Salieron algunas buenas críticas —sobrias, nada dilatadas— y finalmente Juan Sasturain escribió una doble página en una revista independiente de nombre Medios y comunicación. La nota se llamaba £1 coso de la Luger y el obelisco. Con gran conocimiento de los tiempos que atravesábamos, la gente de la revista me entregó la nota antes de publicarla. “Si algo te asusta, lo sacamos”, me dijeron. Y también dijeron: “Sasturain está de acuerdo.  Tacha lo que no te guste”. Me gustó todo. La nota de Sasturain sigue siendo una de las mejores que se escribieron sobre Últimos días... Pero -no soy valiente- eliminé un texto: en él, en ese texto, se explicitaba una teoría sobre el asesinato como elemento constitutivo del Poder. Era — es— uno de los carriles esenciales de la novela. Pero no me atreví a que fuera tan claramente explicitado. Se moría por ser explícito en esos tiempos.

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No obstante, poco después, Aristarain fue explícito en Tiempo de revancha (1981). No todo estaba ahí, pero había mucho: la represión, la impunidad del capitalismo financiero, el repliegue de los obreros combativos y hasta un Falcon desde el que arrojaban un cadáver. Estuve la noche del estreno. Aplaudimos —lo recuerdo— rabiosamente esa película espléndida.
Un mes más tarde, se producía el llamado de Aristarain:
“Quiero filmar tu novela”. Comenzamos a trabajar en el guión. Héctor Olivera —que había producido Tiempo... y era el productor de Últimos días...— nos apuraba: “A fines de noviembre hay que presentar el libro al Instituto, la preproducción a partir de diciembre, se filma entre mediados de febrero y fines de marzo y se estrena en abril”. Cuando firmamos el contrato, me dijo: “Aries tiene los derechos por cinco años. A partir de ahí, si la Metro quiere hacer una remake, los derechos son tuyos”. La Metro no hizo una remake a los cinco años. Pero a los seis la hizo Aries. Fue una coproducción con Estados Unidos. Se llamó Two to Tango o Matar es morir un poco. Y la dirigió Héctor Olivera.  Cosas del cine.
Un escritor de oficio puede escribir con cierta rapidez un guión de cine. Ocurre que el trabajo de escritura es infinitamente menor al que exige, por ejemplo, una novela.  La lengua — en el guión de cine—caz indicación^ de la, imagen. Así, el guión es, por decirlo de algún modo, literatura en tránsito. Los textos deben ser claros, breves. Deben_constltuir, exactamente, sqje,_£Ítránsito aja imagen que desean invocar.  El verdadero trabajo de un guión reside en su estructura.
Cuando tenemos la estructura, tenemos el guión. Tenemos,
en verdad, todo. _
el ritmo, el
A fines de noviembre —tal como nos lo había pedido
nuestro productor— Aristarain y yo teníamos listo el guión. Olivera lo presentó al Instituto de Cinematografía.  Un tal señor León — recuerdo vagamente- dirigía el Instituto durante esos tristes años. También recuerdo — lo dije:
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tengo memoria— una frase que el señor León había dicho al asumir su cargo: “Debemos impedir, sobre todo, la infiltración ideológica”. No fue casual, entonces, que le preguntara indignado a Olivera: “¿Cómo me presenta este guión?” Cuenta la leyenda que Olivera fingió asombrarse y preguntó:
“¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?” León sonrió mostrando los dientes: “Vamos, Olivera. Usted sabe que hay dos cosas que nosotros no toleramos: ni la droga ni la ideología”.  Olivera se encogió de hombros y con aire inocente, dijo: “Bueno, algo de droga hay. Pero ¿ideología? ¿Qué ideología?  Si esto es un policial”. Y el guión pasó.
Más allá de lo que el guión se atrevía a explicitar (en su trama o en sus diálogos), el “loco” de Aristarain introdujo signos inequívocos en el filme. Por ejemplo: cuando Mendizábal se dirige a recibir la orden de su próximo asesinato cruza frente^a_un cartel que dice Zona Militar.  Cuando entra al Edificio en el que lo han citado, lo recibe i Peña, un hombre con el pelo cortado al ras, bigotes y un íescudito dorado en la solapa del saco. El edificio es enorme, de mármol, sólido y frío como un Ministerio. Cuando Peña y Mendizábal atrávíesairun largo pasillo lo hacen como si marcharan j/^ jus_pa§os^resuenan como redobles de tambor. Cuando Dominici — el hombre que ha de encargarle el asesinato a Mendizábal— aparece, lo hace lueg<3 d.e_abandonar unaM^nijójijínija que se habla en inglés. Y, en fin,”cuando Dominici se sienta frente a su escritorio, dispuesto a entregarle la orden mortal a Mendizábal, allí, sobre el escritorio, la Cámara descubre la estatuilla de un granadero. Nada de esto suena demasiado heroico hoy, y no sé sí lo era entonces. De cualquier modo, importa señalar lo siguiente: a) esos elementos subrayaban una de las líneas esenciales del filme: el Poder como criminalidad; b) su valor no se agota en el peso que les daba la coyuntura. Han trascendido, a mi juicio, esa coyuntura y valen como partes de la totalidad expresiva de un filme que no ha perdido su vigencia.
Quienes estudien el guión y lo cotejen con el filme, notarán que Aristarain modificó la secuencia número 10 y añadió una (la final) que no figura en el libro. También notarán que, en la secuencia de la baulera entre Cecilia y Mendizábal, el antológico “cógeme” de Cecilia no está en el libro. ¿Por qué? Muy simple: surgió en caliente, en el mismo set, fruto de la notable entrega de la actriz Silveyra y la pericia del director del filme. Y por último, claro, hay cosas que están en el libro y no en el filme. Cosas que quedaron en el tránsito entre la escritura y la imagen.  Originariamente, este libro cinematográfico estaba escrito a dos columnas: una (la izquierda) para la imagen, otra (la derecha) para el sonido. Así se escribían tradicionalmente los guiones de cine. Ahora esto ha cambiado. Ahora se escriben a lo ancho de la página. Costumbre impuesta por los (norte) americanos. Entonces, ahora se escriben así: a la americana. Así, pues, los presenta esta versión para que el lector visualice cómo se presenta hoy —es decir, por el momento— un libro de cine.
Este guión — según suele decirse en estos casos— obtuvo premios nacionales e internacionales.
El filme se estrenó el 8 de abril de 1982, en pleno conflicto de Malvinas.
                                                                                                                                          J.P.F.
1. EXTERIOR - AV, DEL LIBERTADOR - FRENTE DEPTO. DE
RAVENNA - DÍA
El ruido de los coches que circulan por la avenida del Libertador a las seis y media de una tarde de verano parece hacer más insoportable el calor pegajoso de Huertos Aires.
Una mujer sale de un edificio de categoría, acompañada por un niño de cuatro años. La señora de Ravenna, Cecilia, hace subir al chico al coche estacionado en la puerta. Luego sube ella y arranca.  ? -Yí?*?. desde_árriba, el tránsito pierde su agresividad. El ruido casi no llega hasta un piso quince.
Las ventanas del piso de Ravenna están cerradas. A través de las cortinas de voile se alcanza a ver a un hombre de pie, frente a un mueble bar, tratando de decidir qué le conviene beber para matar el aburrimiento de esa tarde.
2. INTERIOR - PISO LUJOSO DE RAVENNA - DÍA
El hombre por fin se decide. Se sirve un Campari, tal vez atraído por el colon levanta el vaso y lo mira, a contraluz, apreciando la intensidad del rojo. Luego le echa un chorro corto de Vodka.
Va hacia la cocina. Abre la heladera y saca hielo. Con prolijidad vuelve a llenar con agua la cubetera y la guarda. Saca una bandeja con saladitos y cierra la puerta.
Vuelve al living. Deja el vaso y la bandeja sobre una mesa ratona.
Prueba un canapé y lo saborea con aprobación.
Con la misma tranquilidad se acerca al equipo de alta fidelidad, revisa la discoteca, elige un long play, lo coloca sobre el plato y enciende el aparato. Empieza a sonar la música: regula el volumen (no muy fuerte) y luego parece cambiar de idea: utiliza una palanca manual y levanta el pick-up. El disco sigue girando en silencio.
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El hombre tiene aspecto de ejecutivo en funciones. A pesar del calor (atenuado por el aire acondicionado) no se ha quitado la corbata. Viste con gusto, con ropas de buen corte, sobrias y costosas. Encaja perfectamente en ese ambiente pulcro, donde los objetos tienen su lugar exacto y el color envuelve sin agredir.
El hombre está ahora en el amplio dormitorio. Sobre la cama de dos plazas ha dejado su saco. Se detiene a observar un portarretrato que está sobre una cómoda: una mujer rubia abraza a tres chicos y sonríe.  Es Cecilia Ravenna.
Abre las puertas del placard: parece no saber qué ropa ponerse para esa noche. Abre un cajón y levanta los pañuelos: en el fondo del cajón hay un revólver de caño corto casi nuevo. Lo cubre nuevamente.  Ahora está otra vez en el living. Toma el aparato de control remoto y apunta hacia el televisor. Lo enciende.
Un equipo de locutores se turna para anunciar los temas que tratarán en profundidad durante la segunda emisión del día del Informativo.  El hombre se interesa cuando mencionan el caso de la Cooperativa Nuevo Mundo.
LOCUTOR
A cuatro años de iniciado el plan de viviendas más ambicioso encarado por una empresa privada, una denuncia por estafa conmueve a la opinión pública.  Hablamos con los damnificados y entrevistamos al doctor Ravenna, gerente de la Cooperativa Nuevo Mundo...
El hombre, llamado Raúl Mendizábal, se aleja del televisor. Entra al baño’ y corre la cortina que oculta la bañera. Coloca el tapón y abre la canilla, preparando un baño de Inmersión, comprobando que la temperatura sea la justa; abre el agua fría con cuidado. Toca el chorro de agua. Se seca las manos y deja que la bañera se llene.
LOCUTOR 2 (OJ)
No todo es basura: después de ver esta nota de nuestro enviado especial a la provincia de Misiones usted pensará dos veces antes de tirar las latas de cerveza vacias... Con amor y dedicación se puede transformar la basura en arte: En Colonia Andresito, un maestro jubilado ha tardado cinco años en hacer una réplica tamaño natural del Toro Salvaje de las Pampas, el recordado Luis Ángel Firpo, en el momento de la pelea que nos robaron a todos los argentinos, cuando Dempsey cae fuera del ring... Pero vean ustedes: adelante, Misiones.  Adelante, Emilio, por favor...
Se sienta frente al aparato de televisión.
Termina un aviso comercial y comienza la entrevista con el doctor Ravenna.
Mendizábal escucha con atención, saboreando el Campar!. Toma luego la navaja multluso (offlcier suisse) roja que ha dejado sobre la mesa; despliega la tijera y se corta las uñas.
3. INT. - PASILLO OFICINAS PLANTA BAJA - DÍA
Se abre la puerta del ascensor y el Dr. Ravenna acompañado de Beatriz, su secretarla, enfrenta con disgusto el enjambre de periodistas que lo acosan con preguntas, le apuntan con cámaras de video tape y disparan los flashes de las cámaras fotográficas Impiadosamente.  Ravenna no se detiene. Avanza flanqueado por su secretarla contestando a las preguntas que se superponen desordenadamente.
PERIODISTA
Señor Ravenna, ¿qué nos puede decir sobre la supuesta denuncia por estafas que se ha hecho contra su empresa?
RAVENNA
Que yo sepa no se ha presentado ninguna denuncia.
..
PERIODISTA 2
Los ahorristas han dicho...
RAVENNA . ‘
Ustedes han recogido la opinión de cinco o seis disconformes... La Cooperativa funciona normalmente...
PERIODISTA
Eran más de seis, y el cargo concreto es que ustedes habían prometido entregar las primeras viviendas hace ya dos años...
RAVENNA
Tuvimos inconvenientes financieros. ¿Ustedes conocen alguna empresa que no los tenga?
PERIODISTA 2
Pidieron que les reintegraran el dinero y se les dijo que no había fondos...
RAVENNA
Nadie puede haber dicho eso. La Cooperativa es solvente.
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PERIODISTA
Doctor Ravenna, hay miles de personas de modestos
recursos que se verían perjudicadas si la
Cooperativa quiebra...
RAVENNA
¿Pero usted qué pretende? ¿Sembrar el pánico?
PERIODISTA
Pretendo informar y que usted diga algo que tranquilice a los socios de la Cooperativa...
PERIODISTA a
¿Por qué no ha hecho declaraciones el Presidente?
RAVBNNA
E) señor Márquez está de viaje.
. PERIODISTA
¿Fuera del país?
RAVENNA
En un viaje de negocios absolutamente normal...
PERIODISTA
Hemos tratado de ubicarlo en Roma. pero...
RAVBNNA
Señores, por favor: mañana a las quince horas daremos una Conferencia de prensa. Guarden sus preguntas para entonces... Por ahora sólo quiero decirles (no a ustedes), a nuestros socios, a las tres mil familias que han confiado en nosotros, que todo es normal, que la Cooperativa Nuevo Mundo tiene como meta conseguir viviendas dignas para los trabajadores y vamos a cumplir. Nada más, gracias...
PERIODISTA
(A cámara de video.) Pasemos ahora a la opinión de la calle: ¿qué piensan los damnificados? Adelante estudio central...
4. INT. - PLAYA DE ESTACIONAMIENTO SUBTERRÁNEA - DÍA Ravenna y su secretaria se acercan a su coche. Ravenna parece abatido.  Beatriz adopta una actitud distinta a la que mostró ante los periodistas.
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BETTY
Buen discurso, jefe...
RAVENNA
Gracias...
BETTY
Hasta yo me lo creí...
RAVENNA
No es ningún mérito: no hace falta mucho para convencerte...
Ravenna abre la puerta del lado del volante. Cambia de idea.
RAVENNA
Maneja vos, Betly.
BETTY
Depende... hay tipos que tienen más poder de persuasión que otros... Sex appeal...
Le abraza. Ravenna sonríe. Se besan. Ravenna se separa y va hacia la o>ra puerta.
RAVENNA
Subi, vamos. Sólo falta que me digas que si te necesito, lo único que tengo que hacer es chiflar...
BETTY
Te lo digo. Y te lo digo en serio...
Ravenna agradece en silencio acariciándole con torpeza la cabeza, como a un chico. Betty sonríe y pone en marcha el coche.
BETTY
¿Qué va a pasar mañana. Jefe?
RAVENNA
El derrumbe... Vas a tener que buscar otro empleo.
Betty lo mira. No contesta. El coche arranca y va hacia la salida.
5. EXT. - AV. LIBERTADOR - DÍA
El automóvil de Ravenna, visto desde jin décimo piso, se arrima a la vereda, despegándose del tránsito.
Ravenna baja del coche y da la vuelta. Se agacha junto a la puerta para hablar con Betty: el ruido no permite oír lo que hablan.
El automóvil está frente a un edificio de gran categoría. Betty dice:
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BETTY
Una hora, menos: lo que tarde en cambiarme y
arreglarme un poco... ¿Me esperas abajo?
RAVENNA
Sí... Betty, por qué no lo dejamos para otro día...
No estoy...
BETTY
A las ocho en punto, si no estás subo a buscarte...
Esta noche es mía. Quiero cenar con champagne,
ir a bailar... Festejar como se debe...
RAVENNA
¿Te sentís bien? ¿Qué querés festejar? ¿Me estás
cargando?
BETTY
(Niega y sonríe.) ...Tu divorcio. Tu mujer es muy
distinguida para seguir viviendo con un mañoso.
Cuando salgas de la cárcel, ¿quién te va a estar
esperando? Yo. Cecilia va a estar escondiendo su
bochorno en la Costa Azul... ¿Tengo razón? Tengo
razón. A las ocho. Jefe. Saludos a la legítima.
Betty arranca velozmente. Ravenna sonríe y la mira alejarse. Luego entra al ediñcio. Es una torre de veinte pisos.
6. INT. - PASILLO Y PUERTA ASCENSOR PISO LUJOSO - DÍA La puerta del ascensor se abre. Ravenna sale y camina por el pasillo hasta la puerta de entrada de su piso. Saca una llave, abre y entra.
7. INT. - PISO LUJOSO - DÍA
Ravenna cierra la puerta y cruza el living en dirección al dormitorio.
Pasa por delante del tocadiscos, sin notar que el plato está girando.
Se quita el saco y la corbata, sfc sienta en la cama y se quita los zapatos.  No consigue sacudir su depresión. Mira el portarretratos: su mujer parece esperar que él explique el desastre.
Se sorprende al oír la música que suena en el living. Desconcertado, se levanta y va hacia la puerta:
RAVENNA
¿Cecilia?...
Pero no hay nadie. Intrigado se acerca al tocadiscos. Ve que es verdad, que está funcionando.
Mendizábal aparece a sus espaldas. Empuña una 45.
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MENDIZÁBAL
Señor Ravenna...
RAVENNA
¿Pero quién?...
MENDIZÁBAL
Tranquilo, señor Ravenna... No le va a pasar nada.
RAVENNA
¿Qué quiere? ¿Cómo entró?
Mendizábal muestra su navaja de la que cuelgan dos llaves.
MENDIZÁBAL
Con la llave.
La guita Ravenna...
Ravenna mete la mano en el bolsillo del saco y saca la billetera:
RAVENNA
Mal día para afanarme...
MENDIZÁBAL
La que está en la caja fuerte.
RAVENNA
¿Qué caja fuerte? Yo no tengo...
MENDIZÁBAL
Ravenna...
Le indica el dormitorio con la punta de la 45. Ravenna se resigna. Pasa delante de Mendizábal. Entran al dormitorio.
RAVENNA
Escúchame, flaco... estoy en quiebra. En serio, no
tengo un mango. ¿No lees los diarios?
MENDIZÁBAL
Lindo afano se mandaron.
RAVENNA
Yo no, mis socios... No me podes dejar sin nada,
por favor...
Están parados frente a un cuadro.
MENDIZÁBAL
¿Y la cuenta en el Banco?
RAVENNA
Cerrada. Me van a meter preso. Te lo digo en serio...
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¿A usted solo?
MENDIZABAL
RAVENNA
¿A mi solo? Ni loco, a mi no me van a joder así
nomás: en cuanto empiece a hablar se va a caer
hasta el obelisco. Si te digo quiénes están metidos
no me lo vas a creer...
Mendlzábal señala el cuadro que está sobre la cómoda. Ravenna se resigna. Cuando le da la espalda, Mendlzábal cambia de mano la pistola y saca del bolsillo la navaja suiza: la encierra en su puño derecho y le da un golpe seco y breve en la nuca.
Ravenna cae desmayado.
Mendizábal acomoda el traje de Ravenna en un perchero. Coloca prolijamente los zapatos en la parte de abajo. Deja la camisa sucia y la corbata sobre la cama, tirándolas cuidadosamente para que caigan con naturalidad. Saca un par de pantuflas del placará y las sujeta junto al calzoncillo y a las medias usadas que tiene en su mano. Sale del dormitorio.
Ravenna no está en el sitio en que había caído.
Mendizábal entra al baño; tira el calzoncillo sobre una banqueta y deja caer las medias en el suelo. Acomoda las pantuflas Junto a una alfombra. No se lo ve a Ravenna. La cortina del baño oculta la bañera.  Un guante de látex (de los que se usan para cirugía, muy delgado) se infla con violencia. Mendizábal lo apoya sobre la cama. Toma el otro guante y hace lo mismo. Luego se los pone con destreza.
Las manos enguantadas de Mendizábal abren el cajón del placard, levantan los pañuelos y sacan el Smith & Wesson 38 corto con cuidado.  Controla que esté cargado y cierra el tambor. Deja el cajón abierto.  La mano de Mendizábal empuja con fuerza hacia abajo la cabeza de Ravenna, sumergiéndola bajo el agua. Lo mantiene así unos segundos, hasta que la sensación de ahogo hace volver en sí al otro.
Mendizábal lo suelta. Se sienta en una banqueta, junto a la bañera.  Ravenna respira agitado y aturdido. No sabe qué pasa. Cuando se da cuenta de que está tomando un baño de inmersión se sorprende. Mira a Mendizábal y recuerda lo que ha pasado. Mendizábal mantiene su mano derecha con el revólver niquelado oculto. Con la Izquierda aferra la cabeza de Ravenna.
La puerta del baño está entreabierta y hasta ellos llega la música que suena en el living.
MENDIZÁBAL
¿Sin gritos?
RAVENNA
No grito, no grito, soltáme... ¿Qué pasa?
Intenta mirar a Mendizábal pero éste le mantiene la cabeza derecha.
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RAVENNA
Ya te di la guita, ¿qué querés ahora? No. No te di la
guita... ¿Abriste vos la caja fuerte?
Mendlzábal no contesta; está tenso,
RAVENNA
¿Para qué me metiste aquí? No me digas que... no
me digas que sos raro, flaco... Es la que me faltaba:
me mandan en cana por estafa, me asaltan y
encima me hacen perder el invicto... a los cincuenta
años... Decíme que no, no puede ser... Este día
no me lo...
Ravenna no. consigue completar la frase, Mendizábal le ha colocado el caño del revólver en la sien. Dispara sin vacilar. La mitad opuesta de la cabeza de Ravenna revienta contra los azulejos blancos.
El agua de la bañera enrojece. Mendizábal toma k mano de Ravenna y la saca de abajo del agua. Le abre los dedos y coloca el Smith &’ Wesson en ella. Lleva la mano con el arma hasta la altura en que estaba la cabeza de Ravenna antes del disparo y la deja caer. Se incorpora.  Observa la ropa y comprueba que no se ha manchado. Sale del baño Coloca su navaja en el pestillo de la puerta y la cierra. Al quitar la hoja la traba corre. La puerta queda cerrada por dentro.
8. INT. - HALL DE ENTRADA EDIFICIO RAVENNA - DÍA
La Sra. de Ravenna baja del coche llevando de la mano a su hijo menor y ordenándole a los dos mayores que la sigan.
Llegan hasta la puerta. Uno de los hijos toca el portero eléctrico.  Cecilia Ravenna está nerviosa y tiene en los brazos unos paquetes. El menor tironea y quiere soltarse, Cecilia lo zamarrea. La puerta no, se .abre. A través del cristal casi no se oye Jo que hablan.
CECILIA
iTocá otra vez, Ezequiell
Ezequiel obedece. Un señor que sale del edificio abre la puerta y la sujeta para que la mujer pueda pasar.
CECILIA
Vamos, chicos, vamos... Muchas gracias...
MENDIZABAL
. No tiene por qué.
Mendlzábal sonríe. La mira alejarse y sale. Cierra la puerta suavemente,
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9. INT. - DEPARTAMENTO DE MENDIZÁBAL - DÍA Amanece. El diario de la mañana se desliza bajo la puerta. Mendizábal termina de cortar un bife grueso y lo pone sobre la plancha ya caliente.  Levanta el diario. Mientras desayuna (bife jugoso, fruta y café negro) hojea el diario hasta llegar a la página de policiales. Lee el Ulular que anuncia la muerte de Ravenna. Junto a una foto de la víctima se lee:
TRÁGICA DERIVACIÓN DE SUPUESTA ESTAFA INMOBILIARIA”.  Y en letras más pequeñas: “SE QUITO LA VIDA EL CONOCIDO EMPRESARIO CARLOS RAVENNA”.
Mendizábal pasa a la sección Deportes. No necesita leer los detalles.
Sabe que ha hecho un buen trabajo.
Sigue comiendo. Para cortar la carne no usa cuchillo: empuña su navaja suiza.
Sobre la mesa hay una cámara con teleobjetivo. En las paredes del departamento hay algunas fotos clavadas con chinches.
Mendizábal las despega: son fotos de Ravenna en distintos lugares, en la oficina, en la calle, con Betty (su secretaria), con su mujer en el coche, y detalles del departamento vacío. Todos los ambientes, el baño, las ventanas, etc. Una radiografía exacta de los movimientos de Ravenna y de los lugares que frecuentaba. Hay también un plano del departamento.  En el baño tiene un pequeño laboratorio “fotográfico; ampliadora, papeles,- bateas, cámaras, lentes, etc. Colgando, abrochadas de una cuerda, hay más fotos de Ravenna; las descuelga.
Con la guillotina para papeles corta las ampliaciones en tiritas.  Desaparecen Ravenna, su departamento, su secretaria, sus hijos y por último Cecilia, su mujer.
Controla los negativos a la luz de una lámpara especial y luego los quema cuidadosamente dentro de un balde de zinc.
Ya ha colocado todo en una bolsa de residuos. Antes de cerrarla quita las llaves del departamento de Ravenna que tenía en el aro de su navaja y las tira; las deja caer, casi con pena. Luego retuerce el polietileno y cierra la bolsa con un doble nudo.
10, EXT. - ESTACIONAMIENTO AV. 9 DE JULIO - DÍA
Un hombre joven, bien trajeado, avanza por delante de los coches estacionados en ángulo de cuarenta y cinco grados. Parece buscar a alguien.  Lleva en la mano un diario y un sobre grande de papel madera.  Mendizábal está sentado al volante de su coche. El hombre se detiene al verlo. Se acerca a la ventanilla del lado opuesto y sin hablar deja caer el sobre en el asiento. Se va. Mendizábal lo abre: hay un fajo de dólares.  Sin contarlos, deja el sobre y pone en marcha el coche.
11. EXT. - AUTOPISTA SUR - DÍA
El coche de Mendizábal deja la autopista y toma el desvío que lleva hacia Villa Dominico.
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12. EXT. - CAMINO DE TIERRA CINTURON ECOLÓGICO - DÍA El coche se cruza con los camiones que descargan residuos. Mendizábal toma un camino de tierra y se interna en los viñedos.
13. EXT. - CASILLA DE FUNES - DÍA
Entre los viñedos aparece una casilla de madera. Mendizábal deja el coche cincuenta metros antes de llegar, tratando de no hacer ruido. Abre la guantera y saca la pistola 45. Baja y se acerca a la casa. Pasa entre unas gallinas con cuidado. Sube una escalera de madera. Se detiene cuando cruje un .escalón. Espera un instante; no lo han oído. Sigue subiendo.  Lleva el arma preparada. Abre con cuidado la puerta de una habitación.
14. INT. - DORMITORIO CASILLA - DÍA
Se acerca lentamente a la cama y no puede creer lo que ve: una mujer joven está durmiendo apenas cubierta por una sábana. La puerta se cierra de golpe detrás de Mendizábal. El Gato Funes la ha empujado con el pie. Tiene un revólver en la mano. Cuando Mendizábal gira, el otro gatilla: el tambor está vacío. Los dos se ríen, mientras la chica pega un grito, alarmada.
GATO FUNES
Tranquila, piba, es una joda...
Se sienta y se cubre con las sábanas. Sigue asustada. Mendizábal le muestra su pistola.
MENDIZÁBAL
Está descargada...
Gatilla para demostrar que dice la verdad.
VIENNA
Linda Joda, casi me matan del susto...
GATO FUNES
Estás fallando, flaco... Te dejas agarrar por una mina.
MENDIZÁBAL
(Sonríe.) Vale la pena... ¿Quién es?
GATO FUNES
Una amiga...
VIENNA
Vienna.
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QATO FUNES
Se llama Vienna.
MENDIZÁBAL
¿Como el pan de Vlena?
VIENNA
Vten-na. con dos enes. Vienna.
MENDIZABAL
Raúl.
VIENNA
Hola.
GATO FUNES
¿Nos preparas un café, piba?
VIENNA
Primero me visto, si no te importa.
El Gato Punes está en calzoncillos. Toma un pantalón del respaldo de una silla, tanteando. El Cato Funes es muy miope, usa anteojos de cristal grueso, con aumento.
Te espero afuera.
Ahora voy.
HENDIZABAL
GATO FUNES
15. IÑf .-BODEGA - DÍA
Desde la puerta entornada de la bodega, Mendlzábal observa a Vienna que, en te parte superior de la casilla, prepara una mesa con el café, a la sombra de la veranda. Entra a la codna.
El Gato Funes saca tres tablas de la parte superior del frente de una cuba de vino. El barril oculta su depósito de armas: de la mitad para abajo, vino; de la mitad para arriba, escondite y caja fuerte.
RAÚL
¿De dónde la sacaste?
GATO PUNES
La levanté en la autopista, es ratera. Labura con
los camiones...
RAÚL
Te cuida bien... ¿Cuánto hace que...?
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GATO FUNES
Dos días. Mañana la fleto, le puede dar por la vida
de hogar y no me la saco más de encima... Está
buena, ¿no?
RAÚL
Sí,
GATO FUNES
Me parecía... No te estoy cargando, no veo un
corno...
Mendizábal se le acerca. Le da la pistola 45. El Cato Funes la huele.
¿No la usaste?
No hizo falta,
GATO FUNES
RAÚL
GATO FUNES
¿Hubo problemas?
RAÚL Suicidio.
El Gato Funes sonríe. Mendizábal saca unos dólares del sobre de papel madera y se los da. El Gato Funes los olfatea.
GATO FUNES
¿Qué es esto?
MENDIZÁBAL
Verdes.
GATO FUNES
Ya lo sé. Pero por qué, ya me pagaste...
RAÚL
Aguinaldo. Agárralo y calíate.
Dentro del barril hay un pequeño arsenal: revólveres, pistolas, rifles con miras telescópicas, itakas, etc. Mendizábal saca una lata de galletas, la abre y guarda el sobre con los dólares.
El Gato Funes quita la lámpara portátil que iluminaba el Interior y ayudado por Mendizábal vuelve a colocar las tablas que cierran la cuba.
16. EXT. - PATIO CASILLA - DÍA
Un alambre tejido apoyado sobre ladrillos hace las veces de parrilla.
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Mendlzábal exprime un limón sobre los dos pollos que se cocinan lentamente abiertos como ranas, con la piel contra el niego de leña. El Gato Funes huele el humo.
GATO FUNES
Ya están.
RAÚL
Todavía no los di vuelta. *
GATO FUNES
Ah... Dalos vuelta, entonces... Para mi ya están...
Vlenna se acerca. Trae un bols con ensalada.
VIENNA
Prueben, a ver si le falta algo...
Se para frente a Raúl. Le da a probar.
VIENNA
¿Está bien?
RAÚL
Sal.
Vtenna la prueba. No está de acuerdo.
VIENNA
La comen asi. Está perfecta.
Da media vuelta y se va. Raúl la mira. El Gato Funes sonríe.
GATO FUNES
Piba, ¿tenes alguna amiga?
VIENNA
No.
GATO FUNES
De las que están con vos, ¿no conoces a nadie?
VIENNA
Algunas, ¿por?
CATO FUNES
Para Raúl... Después de comer vamos con el coche hasta la ruta, ¿eh, Vienna?
VIENNA
Es sábado. Mal día... No va a haber mucho para
elegir...
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GATO FUNES
Flaca, piel y hueso le gustan.
VIENNA
Son todas gordas, por la malaria, mucho pan y
fideos...
¿Como yo puede ser?
RAÚL
Puede ser... Pero yo vine a descansar.
Vlenna vuelve a la mesa. Tira la fuente con la ensalada y se sienta.
GATO FUNES
No le hagas caso... ¿Haces cumplidos ahora?
RAÚL
Termínala, Gato...
VIENNA
Cuando se pongan de acuerdo me avisan...
¿Podemos comer?
Mendlzábal pincha los pollos mirando al Gato Funes con bronca. El Gato Funes se encoge de hombros.
GATO FUNES
¿Se ofendió? ¿Qué le dije?
17. EXT. - CASILLA VIÑEDOS - MEDIODÍA
La hora de la siesta. La casa está en silencio. Tirado a la sombra, Mendlzábal fuma. Está solo. Escucha crujir la madera de los tablones del piso de arriba. Por la escalera bajan los pies descalzos de Vlenna. Se acerca a él. Sin decir nada, se sienta a su lado.
RAÚL
VIENNA
¿Y el Gato?
Duerme.
RAÚL
¿De dónde sacaste ese nombre?
VIENNA
¿Vienna? Es mío.
RAÚL
¿Te llamas así?
33
VIENNA
¿Vos te llamas Mendizábal?
RAÚL
Preguntas demasiado.
VIENNA
Vos también. Lo elegí yo. Es el nombre de una puta
que llegó a ser muy poderosa: juntó guita hasta que
pudo pisarle la cabeza a todos los que la hablan
cagado...
Sos peligrosa.
RAÚL
VIENNA
¿Yo? El nombre nada más... Elegí mal, los camloneros son unos secos... Y para trepar tenes que tener educación, para poder cambiar de ambiente...
Yo de la ruta no salgo... Dame un faso. ¿Tenes
mujer? ¿Hijos?
RAÚL
En mi oficio no conviene...
VIENNA
Son raros ustedes dos... No parecen de la pesada...
Alguna vez... ¿Mataste a alguien?
Mendizábal la mira sin contestar.
vmmiA
Pregunto demasiado.
RADL SI.
VIENNA
¿Que se siente? ¿Qué se siente al matar a alguien?...
RADL
Lo mismo que ustedes cuando se acuestan con un tipo... La primera vez molesta... después le agarran el gusto...
VIENNA
No siempre.
Vienna no festeja la broma. Mendizábal se da cuenta, trata de suavizar la situación. Le acaricia la cabeza. Vienna lo mira. Sonrfe. Se Inclina y lo besa.
34
RAÚL
Si el Gato se despierta no le va a gustar...
Vienna saca los anteojos del Gato Funes del bolsillo de su vestido. Se los muestra a Raúl.
VIENNA
Si se despierta no va a saber dónde está...
Deja los anteojos y vuelve a besarlo.
18. EXT. - CASILLA VERANDA - NOCHE
Raúl y el Gato Funes descansan a oscuras y en silencio. Fuman y toman Chivas Regal sin hielo. Están sentados en una perezosa y en un sillon.de mimbre desvencijado. Raúl se hamaca apoyando los pies en la baranda.  Vienna les da la espalda. Está muy cerca de ellos, acomodada en la escalera.
CATO FUNES
¿Hasta cuándo te quedas?
RAÚL
Me voy mañana.
CATO FUNES
¿Laburo?
RAÚL
Puede ser.
CATO FUNES
¿La acercas? Nena... Mañana te vas con Raúl,
aprovechas el viaje...
VIENNA
Puedo irme sola.
CATO FUNES
¿Caminando? No Jodas... Te lleva, no hay problema...  Raúl nota que al Gato Funes le ha costado mucho dar por terminada la estadía de Vienna. Le duele tanto como a ella, que tira el cigarrillo y se levanta. Se acerca a la mesita y vacia el whisky de los dos vasos que están servidos. Los hombres la miran, extrañados.
·         VIENNA
Estoy acostumbrada a caminar...
Me voy a dormir.
35
Más bien...
Vienna se aleja.
GATO FUNES
VIENNA
¿No van a jugar al dominó? Es lo único que les
falta para ser dos Jubilados... Años les sobran.
Vienna se va. Los hombres la miran. El Gato Punes está preocupado.
Raúl sonríe.
GATO PUNES
Es revirada, pero buena mina.
RAÚL
No sigas... En cualquier momento decís “en esta
casa hace falta una mujer”...
GATO FUNES
(Nunca!
Se ríen. El Gato Funes llena las copas. Dice con picardía.
GATO FUNES
¿Te trató bien?
Raúl lo mira sin entender.
GATO FUNES
Linda siesta ¿no? ¿Servicio completo?
Raúl entiende y se ríe.
GATO FUNES
Ningún miope anda con un solo par de anteojos...
Saca de un bolsillo un segundo par de anteojos.
19. EXT. - PATIO CASILLA - IDA
El Gato Funes carga dos damajuanas de vino en el baúl del coche de Mendlzábal.
RAÚL
Con una sobra...
GATO FUNES
Lleva, total no se vende nada...
Vienna baja la escalera y pasa por delante de ellos sin mirarlos. Sube al coche.
El Gato Funes intercambia un gesto resignado con Raúl. Se despiden.
36
1,4v Chau, flaco.
GATO FUNES
RAÚL
Chau, cuídate...
El coche arranca. El Gato Funes los mira alejarse.
20. EXT. - VIÑEDOS - DÍA
El coche deja atrás los viñedos y se acerca a la ruta.
21. INT. - COCHE - CAMINO CINTURON ECOLÓGICO - DÍA
RAÚL
¿A dónde te llevo?
Me quedo en la ruta.
¿Dónde vivís?
VIENNA
RAÚL
VIENNA
Preguntas demasiado.
¿Tenes a dónde ir?
RAÚL
VIENNA
Algún hotel.
22. EXT. - ENTRADA AUTOPISTA - DÍA
Mendlzábal detiene su coche a la entrada de la Autopista Sur.
VIENNA
Aquí está bien.
Se baja. Da la vuelta por delante del coche. Raúl la mira. La llama:
RAÚL
Vienna...
La chica se acerca. Raúl mete la mano en un bolsillo y le da dinero.
Vienna sonríe, no lo acepta.
37
VIENNA
No estaba laburando... Fue de amiga, nomás.
RAÚL
Esto es de amigo. Cuando puedas me lo devolvés...
Vienna acepta el dinero. Sonríe.
RAÚL
Chau, Vienna.
VIENNA
Chau. Ven! a buscarme algún día...
Raúl sonríe.’El coche arranca. Vienna se aleja en sentido contrario.  Camina por la banquina observando la ruta por sí aparece algún camión.
23. EXT. - EDIFICIO DE OFICINAS - DÍA
Es la tarde del domingo. La zona bancaria está desierta. Mendizábal entra a un edificio.
24. INT. - PASILLO OFICINAS - OFICINAS DOMINICI - DÍA Mendizábal aprieta el timbre de una puerta en la que se lee: “Urizen S.A.”. Un hombre al que no conoce abre la puerta. Peña pregunta:
PEÑA
¿Mendizábal?
No espera respuesta afirmativa. Hace pasar al otro y cierra. Cruzan un salón con diez escritorios y entran a un privado. Peña se sienta en un sillón.  Mendizábal se queda de pie frente a él. Peña lo mira.
RAÚL
Avísele a Dominici que estoy aquí.
PEÑA
Dominici está en reunión, no puedo molestarlo. Va
a tener que conformarse y hablar conmigo.
¿Usted quién es?
MENDIZÁBAL
PEÑA
Peña.
MENDIZÁBAL
Peña. Usted y yo no tenemos nada que hablar.
38
Mendizábal va hacia la puerta.
PEÑA
Un momento, Mendizábal.
MENDIZABAL
Dígale que me llame cuando pueda.
PEÑA
Espere aquí.
HENDIZABAL
No tengo apuro.
Peña contiene sus ganas de insultarlo. Va hada una puerta y golpea.
Entra. Se escuchan voces de varias personas. Cierra.  Mendizábal sonríe levemente. Va hada el sillón, se acomoda y enciende un cigarrillo. Observa el lugar: sobre el escritorio hay un juego mágico sin resolver. La puerta de la sala de reuniones se abre. Aparece Dominici seguido por Peña. Es mayor que Peña, canoso, bien trajeado. Sonríe.
DOMINICI
Dicen que con los años la gente cambia, se vuelve...
pacifica.
MENDIZÁBAL
Ganas tengo, pero no me dejan...
DOMINICI
A mí tampoco...
Dominici se sienta. Peña se queda de pie a su lado.
DOMINICI
¿Cómo anda de tiempo, Mendizábal?
HENDIZABAL
Me sobra.
DOMINia
Puedo contar con usted, entonces.
HENDIZABAL
Depende.
Dominici sonríe. Abre un cajón del escritorio y saca un sobre abultado.
Se lo tira a Mendizábal. Este no lo abre, el peso le indica que es suficiente.
Lo guarda en un bolsillo.
HENDIZABAL
De acuerdo.
39
DOMINICI
Es un trabajo delicado. Hay que hacerlo con discreción.
MENDIZÁBAL
¿Es muy conocido?
DOMINICI
Anónimo. Se llama Külpe, Rodolfo Külpe... Sabe
cosas... y está buscando con quién hablar.
PEÑA
Queremos saber a dónde va, a quién ve, quiénes
son sus contactos...
MENDIZÁBAL
¿Hasta cuándo?
DOMINICI
Yo le voy a decir cuándo... Peña va a ser su enlace.
Téngalo al tanto de todo. (Se levanta.)
MENDIZÁBAL
Cuando termine quiero otro sobre como éste... por
Jugar a los detectives...
Peña mira a Domlnici. Este asiente y sonríe.
DOMINICI
Con una condición: que Külpe sufra una depresión
nerviosa, un colapso mental... como Ravenna.
MENDIZÁBAL
(Sonríe.) No sé quién es Ravenna...
Dominici se va. Peña toma una foto que está sobre el escritorio y se la entrega a Mendizábal.
PEÑA
Atrás está la dirección.
MENDIZÁBAL
¿Eso es todo lo que saben?
¿El nombre y la dirección?
PEÑA
Nada más que pueda interesarle.
Peña va hacia la salida. Mendizábal lo sigue.
40
MENDIZÁBAL
¿No le gusta su trabajo, Peña?
PEÑA
No me gusta tratar con tipos como usted...
Están en la puerta.
MENDIZÁBAL
¿Los prefiere rubios y de ojos verdes? Si encuentro
alguno se lo mando...
Peña cierra de un portazo.
25. EXT. - CALLE KÜLPE - DÍA
El coche de Mendizábal recorre la calle en que vive su victima. Estaciona el coche.
26. INT./EXT. - COCHE MENDIZÁBAL - DÍA
Mendizábal observa la foto. La cara de Külpe insinúa una sonrisa y parece sostenerle la mirada. Mendizábal da vuelta la foto y lee la dirección.  CALLE NRO. DEPTO.
27. EXT. - FRENTE EDIFICIO KÜLPE - DÍA
La chapa con el número. Mendizábal pasa por delante. Al comprobar que no hay ningún peatón cerca, entra al hall y estudia el portero eléctrico.  _ Junto al timbre 3S “A” una tirita de plástico rojo anuncia: R KÚLPE.
Ubicado ahora en la vereda de enfrente, Mendizábal estudia el edificio.
Se aleja.
28. EXT. - OTRO LUGAR (¿ESTACIÓN DE TREN? ¿PLAZOLETA?)
·         DÍA
Mendizábal busca un sitio desde el que se puede observar la entrada del edificio. Se sienta en un banco. Mira la hora: son las seis de la tarde.  La calle está semidesierta. Alguien entra al edificio, pero no es Külpe.  Mendizábal se levanta. Tira el cigarrillo que estaba fumando; ha terminado el paquete.
41
29. EXT. E INT. - KIOSCO - DÍA
Es un kiosco cercano; Mendizábal compra un atado de cigarrillos y algo más: un cubo mágico.
30. EXT. - OTRO LUGAR - DÍA
Nuevamente sentado en su puesto de observación, Mendizábal saca el cubo de la cajita de cartón y lo observa. Las seis caras presentan cada una un color distinto: a ese resultado debe llegar. Comienza a girar las partes cuadriculadas con cautela, volviéndolas a la posición inicial. Pero el juguete lo traiciona: un movimiento mal calculado y los colores se mezclan: gira las partes varias veces pero sólo consigue complicarlo más.  31. EXT. - FRENTE EDIFICIO KÜLPE - ATARDECER Külpe asoma por la esquina. Camina con paso normal.  Mendizábal ha apartado la vista del cubo mágico que tiene en sus manos y lo observa.
Külpe entra al edificio.
Mendizábal se pone de pie y se acerca. En una ventana del tercer piso se enciende la luz.
32. INT. - DEPARTAMENTO MENDIZÁBAL - NOCHE
Mendizábal utiliza su navaja suiza para untar manteca en el pan. En eso consiste su cena: café, pan y manteca. Come lentamente, con la vista fija en la foto de Külpe que ha colocado frente a sí, apoyada contra un vaso, cerca del cubo mágico aún no resuelto.
Se abre la puerta superior de un placard. Mendizábal saca un bolso de viaje y lo tira sobre la cama junto a una pila de ropa ya doblada. Saca luego unas perchas. Arma el bolso.
33. EXT. - CALLES FRENTE KÜLPE - DÍA
Por la mañana temprano Külpe sale del edificio. Desde su coche, Mendizábal observa. Abre una libreta y anota: “Lunes... 9.00”.  34. EXT. - CALLES BARRIO KÜLPE - VARIOS LUGARES - DÍA Mendizábal ha dejado su coche. Camina alejándose del edificio de Külpe, mirando las casas y departamentos que lo rodean. Busca el edificio más alto de la manzana. Lleva una cámara fotográfica.
42
35. EXT. - TERRAZA EDIFICIO ALTO - DÍA
Con el zoom de la cámara que utiliza como largavistas, Mendizábal pane del edificio de Külpe y busca en los edificios que lo rodean. Se detiene en uno, luego en otro. Parece satisfecho. Guarda la cámara en su estuche, un bolso de cuero negro rectangular.
36. EXT. - CALLE Y FRENTE PENSIÓN - DÍA
Mendizábal entra.
37. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - DÍA
Se asoma por una ventana y observa. Se alcanza a ver el edificio de Külpe, pero sólo parcialmente entre las ventanas de su departamento. El dueño espera una respuesta.
MENDIZÁBAL
Gracias. Lo voy a pensar.
DUEÑO
Puedo hacerle precio...
MENDIZÁBAL
No me gusta el paisaje.
38. EXT. - CALLE Y FRENTE PENSIÓN - DÍA
Mendizábal continúa su búsqueda. A mitad de cuadra se detiene. Desde donde está, alcanza a ver el departamento de Külpe, en el edificio que está en el corazón de la manzana.
Localiza otro edificio en la misma linea, casi enfrentado al otro.  Avanza hacia la esquina. Pasa delante de dos hoteles y se detiene frente al tercero. Un cartel anuncia: HOTEL TIRIEL - PASAJEROS-FAM1LIAS.  Decide entrar.
39. INT. - HOTEL TIRIEL - HALL Y ESCALERAS - DÍA La dueña saca la llave número 17 y luego la 18. Sube la escalera.  Mendizábal la sigue.
DUEÑA
Las que dan a la calle son mejores...
43
MENDIZABAL
Mucho ruido... Tengo el sueño liviano.
DUEÑA
¿Cuánto tiempo se va a quedar?
MENDIZABAL
Un mes, quince días... No lo sé.
DUEÑA
El pago es semanal. Por adelantado.
MENDIZABAL
Mejor le pago un mes entero... Soy viajante y
nunca sé cuándo me voy o cuándo vuelvo.
DUEÑA
Como quiera. ¿Vende algo que valga la pena?
MENDIZABAL
Artículos fotográficos, rollos, ampliadoras...
DUEÑA
¿Es buen negocio?
MENDIZABAL
Regular. Si fuera buen negocio le aseguro que no
me quedaba en verano en Buenos Aires...
40. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - DÍA
La dueña abre la puerta y entra. Mendizábal la sigue. Busca la ventana.
DUEÑA
Aire acondicionado no tiene, pero le puedo subir
un ventilador... ¿La cama está bien o quiere una
doble?
MENDIZABAL
Está bien, no hace falta... (Llega a la ventana.)
¿Puedo abrir?
DUEÑA
Mmm. ¿Usted fuma?... Use los ceniceros, para eso
están... Nada me molesta más que me quemen los
muebles... Mire, ¿le parece?
Señala una quemadura en el borde de la mesa de luz. La cantidad de ceniceros que se ven sobre los muebles es exagerada.
44
MENDIZABAL
No se preocupe.
DUEÑA
Por lo demás haga de cuenta que está en su casa;
de la puerta para acá es su vida... Eso sí, mujeres,
nada... ¿Usted es casado?
Mendizábal mira hacia afuera.
DUEÑA
¿Divorciado... ? Soltero...
Dice que no con un gesto, sin mirar a la dueña.
DUEÑA
Lo bien que hace... Bueno, ¿se decidió o quiere
seguir mirando?
MENDIZABAL
No, no... es perfecto.
Se aparta de la ventana. Se escuchan las voces que se alejan mientras a través de la ventana se ve el departamento de Külpe, con las persianas entreabiertas, el voile naranja que se mueve por la brisa y apenas deja ver el living y el dormitorio.
DUEÑA (En qffl
¿Lo alquila entonces?
MENDIZABAL (Offl
Ya mismo... Tengo mis cosas en el coche.
DUEÑA (OflJ
Agua callente doy por la mañana y por la noche, es
central...
41. EXT. - CALLE FRENTE KÜLPE - ANOCHECER Külpe entra al edificio.
42. EXT. - CONTRAFRENTES: PENSIÓN Y EDIFICIO KÜLPE - ANOCHECER Las luces de los amplios ventanales del tercer piso del contrafrente se encienden. Külpe ha entrado. A cincuenta metros de distancia, en la misma linea y altura de ese tercer piso, está la ventana de la habitación de Mendizábal. La luz está apagada, la ventana abierta. En la penumbra algo brilla: el cristal de un teleobjetivo.
45
43. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANAS KÜLPE - ANOCHECER Mendízábal calibra el foco y el zoom; tenso y preciso.
Külpe sale del baño. Se quita la corbata. Enciende un velador y se sienta en la cama.
Mendizábal se relaja. Külpe ha salido de su campo visual. Anota en su libreta la hora de llegada, debajo de la anotación de esa mañana:
20.00. Enciende un cigarrillo. Apenas instalado, Mendizábal ya ha dispuesto lo necesario para su puesto de observación: la cámara en un trípode de aluminio, una mesita, cigarrillos, encendedor, la navaja suiza y la foto de Külpe. De una botella de tequila, que está junto al cubo mágico, se sirve una copita. No llega a beber. Külpe llama su atención. Se enciende una luz en la terraza. Külpe abre las ventanas del dormitorio y sale al balcón. Enciende un cigarrillo para matar el tiempo. Se apoya en la baranda.
Mendizábal carga la cámara, ajusta el foco y acerca el zoom al máximo;
Külpe no se mueve. Mendizábal aprieta el disparador. Vuelve a cargar y a disparar la cámara varias veces. Luego se echa hacia atrás en una silla, toma la foto de Külpe que le entregara Peña y que había apoyado sobre la mesa. La mira: ese hombre sonriente ya es su víctima.  Rompe la foto minuciosamente, sin prisa.
44. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANAS KÜLPE - EXT. -
DÍA
Suena el despertador que Mendizábal ha colocado sobre la mesa de luz, junto a la quemadura de cigarrillo. Son las siete de la mañana.  . Mendizábal no está en la cama. Se ha adormilado junto a “la ventana, pero en lugar de la silla ha colocado un sillón provenzal algo más cómodo.  Se despierta. Deja que el despertador gaste la alarma. Levanta el trípode hasta llevar la cámara a la posición correcta. Entrecierra la ventana para no ser visto desde el exterior.
Külpe se levanta y se mete en el baño.
Mendizábal cierra la ducha y se seca el cuerpo.
Quita el trípode y la cámara del lugar junto a la ventana y lo guarda.  De su bolso saca una cámara del tamaño de un paquete de cigarrillos y controla que esté cargada.
Külpe se ajusta la corbata, se pone el saco. Al pasar por el livlng recoge sus cigarrillos, va hacia la puerta y sale. Ha dejado las ventanas entreabiertas.
La habitación de Mendizábal está desierta y ordenada. Mendizábal ya ha salido.
45. EXT. - PARADA COLECTIVO - CALLE - DÍA
Un colectivo está detenido. Külpe sube. El vehículo arranca. Veinte
46
metros más adelante pasa al costado de un coche estacionado. Ahí está Mendizábal. Arranca y sigue al colectivo.
46. EXT. - DISQUER1A AV. DE MAYO - DÍA
Un local en el que se venden discos, libros, souvenirs, rollos fotográficos, etc. La persiana está baja. Külpe llega y coloca una llave en la cerradura que está a ras del suelo. Levanta la persiana.
La imagen_se_flJa£uaDd<> tiene los brazos levantados empujando.  Méñcftzábal está en la vereda opuesta, fuera de su coche y ha tomado la foto apoyando la cámara de bolsillo sobre el techo. Rápidamente la guarda, sin dejar de observar la disquería.
Külpe entra. Llega un muchacho, seguramente un empleado. Külpe acciona un grabador y la música se expande por la vereda.  Mendizábal ya se ha Ido. El lugar que ocupaba su coche está vacio.
47. EXT. - CALLE FRENTE EDIFICIO KÜLPE - DÍA
Mendizábal cierra su coche. Va hada la entrada del edificio de Külpe.
Mira el portero eléctrico. En el 3« “A” el cartetito rojo anuncia: R KÚLPE.  La puerta está cerrada. Mendízábal aprieta un timbre, luego otro y no se detiene, aprieta todos los timbres del portero eléctrico, exceptuando el de Külpe. Sonríe, divertido. Se escuchan las voces de los distintos pisos:
VOCES
¿Quién?
Ya bajo. Kathy...
Entra ¿no tenes llave?
(Pasa, nene!
¿Quién es? ¿Arando?
Y muchas otras, mezcladas con el ruido de la chicharra que libera el pestillo de la puerta que algunos aprietan sin preguntar. Mendizábal entra.
48. INT. - ESCALERAS EDIFICIO KÜLPE - DÍA
Mendizábal sube por las escaleras. Llega al tercer piso. De un departamento sale una mucama, llevando una bolsa de ropa y otros elementos.  La mujer canta.
MUCAMA
“La española cuando besaaa...
siempre besa de verdad...
que a ninguno le Interesa...
y |olé!
besaaar con friilvolldad...
47
jóle!
El beso, el beso... etc.”
Mendizábal se detiene en el descanso, para no ser visto. La mucama sube al cuarto piso por el ascensor que mantenía abierto.  Mendizábal se arrima a la puerta del 3° “A”. Con gran habilidad manipula una ganzúa. Después de algunos intentos, oye el ruido de la cerradura que se abre.
49. INT. - DEPARTAMENTO DE KÜLPE - DÍA
El tambor de la cerradura completa su giro. La puerta se abre.  Mendizábal entra. Recorre el lugar. Con su cámara de bolsillo toma fotos de todos los ángulos. El departamento de Külpe tiene dos ambientes decorados con el mal gusto que se supone imprescindible para hacer entrar en clima erótico a las mujeres: tapizados imitación leopardo, luces rojas, paredes vibrantes en color azul, amarillo, verde y naranja; alfombras rojas y, por descuido, el techo blanco. Por la disposición de los objetos y de los muebles, Külpe es un deportista sexual. La cama es doble y chorrea raso negro por todos lados. Las puertas del placard la enfrentan estratégicamente y la multiplican en sus seis espejos. Para solucionar casos de indiferencia extrema o agotamiento, un biombo, también de espejos, cubre la pared opuesta al placard.
Mendizábal se divierte. Se mueve con naturalidad, impunemente excitado por el peligro. Entra a la cocina. Encuentra un llavero de repuesto colgado (no podía ser de otra manera) de un corazón de madera pintado de rojo. De su bolso negro saca un bloque de cera, lo callenta sobre la hornalla de la cocina y toma el molde de las llaves. Lo envuelve y lo guarda.
Decide dejar una señal, algo que signifique su aviso y su desafio, una prueba de su talento para matar...
Cambia de lugar algunos objetos, pero se arrepiente, es demasiado obvio, necesita algo más sutil...
Un cajón abierto puede atribuirse a la mucama; un cuadro torcido puede no notarse...
Se acerca a la ventana. Mira la ventana de la pensión, de su habitación.
La cortina de volle naranja puede servir enciende un cigarrillo y
con cuidado quema la cortina: hace un agujero de medio centímetro de
diámetro a la altura de su cintura. Es su tarjeta de visita.  Sigue ahora revisando los cajones y los aparadores. En un cajón de la mesa de luz encuentra varias fotos de mujeres, algunas con dedicatoria y en color, otras en blanco y negro y las más efímeras en tamaño carnet.  Una de ellas le llama la atención; cree conocerla, la observa con detenimiento y se convence: esa mujer rubia que sonríe es la misma que en otra foto sonreía abrazando a sus hijos, la misma que le agradeció cuando él sostuvo la puerta de calle para que entrara: la señora de Ravenna, Cecilia Ravenna... Fotografía la foto.
No entiende, se desconcierta. Guarda la foto en su lugar y cierra el cajón. Se va. Cierra la puerta. El tambor de la cerradura gira, visto desde adentro.
48
50. EXT. - CONTRAFRENTE: VENTANAS KÜLPE - PENSIÓN - NOCHE La luz que ilumina las cortinas naranjas del dormitorio de Külpe se Casi toda la manzana está a oscuras. Una luz roja se filtra a través de la persiana de la habitación de Mendizábal.
51. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - NOCHE
Mendizábal termina de ampliar las fotos que ha tomado hasta ese momento: Külpe en el balcón; entrando al baño; subiendo al colectivo; abriendo la persiana de la disquería; desvistiéndose esa misma noche...  Tiene también las fotos del departamento vacío y por último, la que más le Inquieta: la mujer que está fuera de lugar. Cecilia Ravenna. Su rostro aparece bajo el agua. Ha instalado una ampliadora pequeña y las bateas imprescindibles en el baño. La luz roja proviene de una lámpara portátil colgada en la puerta.
52. EXT. - CAMINOS VIÑEDOS - CASILLA - DÍA El coche de Mendizábal se acerca a la casilla del Gato Funes.
53. INT. - BODEGA CASILLA - DÍA
El Gato Funes termina de abrir la parte superior de la cuba. Saca una pistola Luger y un silenciador, junto con una sobaquera hecha a medida, sin uso.
·         GATO FUNES
Es como yo, tiene la conciencia limpia... Era de un
abogado, un tal Larsen... No le dieron tiempo a
usarla.
MENDIZÁBAL
El silenciador te lo dejo, no me hace falta.
CATO FUNES
Llévalo, está incluido en el precio...
MENDIZÁBAL
Cuando un Upo se suicida lo que menos le calienta
es el ruido.
49
54. EXT. - CASILLA. - DÍA
Sobre la mesa de madera que está bajo la casa, el Gato Funes termina de pulir las llaves que ha hecho según el molde que trajo Mendlzábal.  Tiene un aparato rudimentario y antiguo, que se mueve a mano.  Mendlzábal saca una foto de Külpe y otra de Cecilia Ravenna. Las tira sobre la mesa. El Gato Funes se inclina para verlas mejor.
HENDIZABAL
Necesito que me ayudes.
GATO PUNES
¿Tenes que liquidar a los dos?
HENDIZABAL
Al Upo. Se llama Külpe.
GATO FUNES
¿Qué hizo?
MENDIZABAL
No lo sé.
GATO FUNES
A nadie matan porque s!. Si lo quieren borrar es porque algo hizo. Alguien lo juzgó y lo declaró culpable...
MENDIZABAL
Eso es lo que vos tenes que averiguar. Quiero saber quién es, qué hace, si es cana, o detective, hay algo que no me gusta...
GATO FUNES
¿Y la mina?
HENDIZABAL
Es lo que no encaja, no tiene sentido. Es Cecilia
Ravenna.
GATO FUNES
Me suena.
MENDIZABAL
La señora de Ravenna...
GATO FUNES
¿Del mismo Ravenna? Y qué tiene que...
MENDIZABAL
Si lo supiera no te iba a preguntar a vos.
GATO FUNES
Te va a salir caro... Tengo que aceitar a mucha
gente...
Mendlzábal saca el sobre con los dólares que le entregara Dominid.
·                   MENDIZABAL
Saca lo que te haga falta. Cóbrate también la Luger y después guárdalo.
El Gato Funes mira el dinero.
GATO PUNES
Mucha guita.
MENDIZABAL “ *
Hay más. Les pedí el coche y ni se mosquearon.
GATO FUNES
Demasiada guita, Raúl...
55. EXT. - CASILLA - DÍA
Siete manzanas rojas están puestas, en hilera sobre el tronco de una empalizada. Las dos primeras revientan.
Mendizábal aparece al fondo, contra la casilla. Está probando la Luger. El Gato Funes está sentado a su lado. La pistola tiene el silenciador puesto.
GATO FUNES
Estoy cansado de arreglarme solo, de hablar con las plantas... Total, ¿qué puede pasar? Si no funciona, la rajo...
Mendizábal dispara. La tercera manzana vuela deshecha.
MENDIZABAL
Es un yiro. Gato.
GATO PUNES
¿Y yo qué soy, arquitecto?
MENDIZABAL
Te va a currar.
Vuelve a disparar. La manzana número cuatro desaparece.
GATO FUNES
Todas te curran. Es muy fácil, en lugar de garparle le doy casa y comida, ¿no es lo mismo?
51
MENDIZABAL
Es problema tuyo. Yo te avisé.
Dos nuevos disparos. Ahora queda sólo una manzana.
GATO FUNES *
Yo no digo que me quiero casar, o que la voy a reformar... Es buena piba. Anda en banda y yo la dejo que viva aqui... ¿Qué problema hay?
MENDIZABAL
Los años no vienen solos...
Dispara. La séptima manzana permanece Intacta. El Gato Funes no la ve, pero nota que algo pasa, por el gesto de Mendlzábal. Se acerca a la manzana y se ríe. Se quita los anteojos.
GATO FUNES
¿Querés mis anteojos? ¿Qué fije eso que dijiste de los años?
Mendlzábal no contesta. Vuelve a disparar. La manzana, al romperse, salpica al Gato Funes.
Con bronca pero aceptando la broma “pesada”:
GATO FUNES
¡Hijo de pu...!
56. EXT. - FRENTE DISgUERIA AV. DE MAYO - DÍA Külpe da unas indicaciones al empleado y sale con paso rápido.  El reloj de Mendlzábal indica que son las dos de la tarde. Deja el cubo mágico. Gira la llave de arranque.
57. EXT. - CALLE FRENTE PARQUE - DÍA
Külpe baja de un colectivo. Se dirige resueltamente hacia el centro del parque.
Mendlzábal cierra la puerta de su coche y lo sigue.
58. EXT. - PARQUE - DÍA
El lugar es inmenso: hay sectores con. muchos árboles, una cancha de fútbol, bancos, juegos, etcétera.
Una mujer (Laura) está sentada en un banco, leyendo una revista. Al ver llegar a Külpe la cierra. Se besan con frialdad, pero con familiaridad.
52
Mendizábal está intrigado. La mujer tiene un aire lejano, ácido, virginal.
No relaciona ese upo de mujer con un hombre como Külpe.  Un chico que evidentemente hace poco que ha aprendido, se acerca al banco patinando. Külpe sonríe. El chico no frena, sino que se echa encima de él. Külpe lo abraza, le da algo (¿chocolate?). El chico, obedeciendo a su madre, se aleja, demostrando su habilidad con los patines. Pasa junto a Mendizábal.
Külpe y la mujer parecen discutir con control. Los gestos son agrios.
Külpe mira la hora, se le hace tarde. La mujer decide no seguir hablando.  Saca un cigarrillo y lo enciende, sin mirar al hombre. Külpe se levanta y se va.
Mendizábal no lo sigue. Busca otro sitio para estar más cerca de la mujer. Se sienta en un banco. Con disimulo, le saca una foto.
59. EXT.-FRENTE CASA LAURA-DÍA
La mujer entra a un edificio de departamentos acompañada por su hijo.
Mendizábal observa; anota la dirección.
60. INT. - HALL PENSIÓN - ANOCHECER
La dueña le da la llave de la habitación.
DUEÑA
Ese aparato que trajo...
MENDIZABAL
¿La ampliadora?
DUEÑA
Lo que sea, ¿no gasta mucha corriente?
MENDIZABAL
Nada. Pero si quiere le pago algo más por semana...
DUEÑA
Usted si que es un caballero, señor Mendlzábal. Da
gusto tenerlo como huésped...
Mendlzábal ya sube la escalera.
61. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANAS KÜLPE - NOCHE Sentado en su puesto de observación, con la cámara preparada, Mendizábal trata de organizar el cubo de colores. Mira la hora: son las nueve y diez. Külpe se ha retrasado.
53
L.
La puerta del departamento de Külpe se abre. La luz no se enciende.
Külpe no está solo, hay una mujer con él. Se demoran en entrar.  Iluminadas por la luz del pasillo, las dos siluetas se funden en una, abrazándose apoyadas contra el marco. La mujer es la que lleva la iniciativa.  Mendlzábal abre mas el diafragma, trata de verle la cara a la mujer.
La luz se enciende. Cecilia Ravenna se divierte acosando a Külpe.  Parece conocer el lugar. Ella misma sirve whisky y pone música mientras Külpe va al dormitorio. Allí despliega el biombo, enciende la luz roja y vuelve al llving. Se sienta junto a ella. Se besan.
Mendlzábal ha tomado varias fotos. Cambia el rollo. Coloca una película infrarroja, ultrasensible. Cierra la cámara y mira por el objetivo, acerca el zoom.
La visión es borrosa. La luz del balcón convierte a los cristales en espejos defectuosos: la penumbra roja enturbia las siluetas.  Külpe lleva a Cecilia al dormitorio, la deja sentada sobre el raso negro, y abre un cajón del placard.
Mendlzábal observa, tenso.
La cama se ve fragmentada por el biombo y los maceteros del balcón.  Cecilia parece Inspeccionar su brazo izquierdo extendido, apenas reaccionando al preámbulo amatorio de Külpe. Un cilindro cristalino brilla y desaparece: ¿una jeringa? Ahora la mujer gira y acepta el Juego del otro.
·         La cama está a ras del suelo. Las dos siluetas se deslizan hacia .la alfombra, desaparecen.
Mendizábal se aparta de la cámara. Está impactado por lo que ha visto.
62. EXT. - CONTRAFRENTE: DEPTO. KÜLPE Y VENTANA PENSIÓN - AMANECER Külpe sale al balcón. Se ha puesto un pantalón. Recién se ha despertado.  Se rasca, se despereza. Enciende un cigarrillo.
63. INT./EXT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANAS KÚLPE -
AMANECER
Echa el humo y mira hacia el dormitorio. Sonríe.
Mendlzábal lo observa a través de la cámara. El despertador lo sobresalta.
Se levanta y apaga la alarma.
Cecilia se viste. Parece tener prisa. Külpe intenta que la despedida sea larga; la besa, la abraza, pero la mujer se separa, aunque lamentando no tener tiempo. Se coloca unos anteojos oscuros y va hacia la puerta.  Se despide de Külpe y sale.
Mendizábal ya se ha lavado. Se arregla la corbata. Saca la Luger con la sobaquera del bolso y se la coloca. Se pone el saco, controla que el arma no quiebre la linea de la tela. En su navaja suiza están las llaves de Külpe.
54
64. EXT. - FRENTE DEPARTAMENTO KÜLPE - DÍA
Mendlzábal saca el juego de llaves que le ha hecho el Gato Funes. Se acerca a la puerta y abre. Desaparece en el pasillo.
65. INT. - PASILLO DEPARTAMENTO DE KÜLPE - DÍA Mendizábal asoma por la escalera. El pasillo del tercer piso está vacío. Se acerca a la puerta de Külpe y abre rápidamente con la llave. Cierra la puerta con suavidad.
66. INT. - DEPARTAMENTO DE KÜLPE - DÍA
Mendlzábal está en el dormitorio. Mira la cama deshecha, la ropa tirada.
Abre el placard, revisa los cajones: no encuentra nada.  En el llving también hay desorden: ceniceros llenos, algunas colillas con marcas de rouge. Un vaso de whisky caídos una botella destapada y restos de comida. Mira el agujero de la cortina. Un vaso tiene una marca de rouge.
Mendizábal lo mira de cerca. Sin saber por qué acerca su boca al vaso, pasa el borde manchado por su labio inferior, como probando el sabor de esa crema rojiza. Cuando se da cuenta, deja el vaso, casi avergonzado, con bronca.
Entra al baño. Revisa el botiquín, pero no encuentra nada anormal.  El piso está mojado. Una toalla está tirada sobre el bidet. Se inclina para revisar un tacho de basura con tapa metálica. Aprieta el pedal para abrirlo. Encuentra una Jeringa descartable: la huele. Simultáneamente oye la puerta del departamento que se abre y pasos sordos sobre la moqueta. La puerta se cierra.
Mendizábal se incorpora, entorna la puerta del baño y saca la Luger.  Los pasos parecen acercarse, se detienen. Un cristal tintinea, tal vez un vaso, la botella sobre el cristal de la mesa ratona del llving... Suda, está tenso, listo para salir matando. Una voz lo sacude:
MUCAMA
“...La española cuando besaaaa...
y ¡ole!
¡Siempre besa de verdal
Que a ninguno le Interesaaaa...
ole...
...el beesaaaar con frlilivolldad
el beso... el beso de Espaftaaa...”
Mendizábal sonríe. Espía. La mucama se mete en la cocina, sin dejar de cantar. Con sigilo, Mendizábal sale del departamento.
55
67. INT. - BOWIJNG - DÍA
La bola negra se desliza por el piso de madera lustrada. Golpea los palos.
Caen todos menos tres. Es un buen tanto, pero Peña no está satisfecho.  Va hacia la mesita en la que han dejado una botella de buen vino y una picada exótica de fiambres alemanes. Bebe un trago. Ve a Mendízábal que lo ha localizado y avanza hacia él. Pasa por delante de las canchas profesionales. El ruido de los bolos casi tapa el murmullo. Hay bastante actividad.
Mendizábal llega junto a Peña. Los dos hombres no se saludan.
PEftA
¿Sabe qué día es hoy?
MENDIZABAL
Jueves. También le puedo decir la hora...
PEftA
Déjeme su teléfono, y la dirección. ¿Por qué se
mudó?
Peña le alcanza su anotaclor para los tantos. Mendizábal toma un lápiz y escribe, después de sentarse.
MENDIZABAL
¿Para esto me hizo venir?
PEftA
Usted recibió orden de tenerme al tanto, el domingo.
¡Hace tres días!
IfENDIZABAL
Yo trabajo a mi manera. Nadie me da órdenes.
PEftA
¿Y Dominlcl?
MENDIZÁBAL
Dominicl sugiere. Cuando quiere muertos me
manda llamar, pero nunca dice nada...
PEÑA
No se vaya.
Peña toma la bola, apunta y la suelta. Los tres palos caen.
Peña vuelve satisfecho junto a Mendizábal.
PEftA
¿Por qué no juega, Mendizábal? Así podemos charlar sin llamar la atención...
56
MENDIZÁBAL
SI Juego va a ser peor... Nunca Jugué... Siga usted,
Peña.
PEftA
¿Averiguó algo?
MENDIZÁBAL
Nada. Sólo preguntas: ¿quién es Külpe? ¿qué tiene
que ver con Ravenna?
PEftA
¿Con Ravenna? Nada que ver en absoluto... ¿por
qué?
Nada concreto.
MENDIZÁBAL
PEftA
¿No será su conciencia?
Peña tira una bola. Voltea la mitad de los palos.
MENDIZÁBAL
¿Por qué quieren matarlo?
PEftA
Ordenes. No lo sé, Mendizábal... Dominlcl tiene
una norma de seguridad muy estricta: que la mano
derecha no sepa lo que hace la Izquierda... Es su
regla de oro. Hasta ahora le ha dado resultado.
MENDIZÁBAL
Pero usted no está de acuerdo...
PEftA
No totalmente.
MENDIZÁBAL
(Se incorpora.) Tiene otra norma: no hacerme perder el tiempo...
Peña tira la segunda bola y voltea los palos que habían quedado en pie.
PEÑA
Muy profesional, demasiado profesional... peligroso.
MENDIZÁBAL
Solamente para el señor Külpe...
57
PENA
Por ahora... Mañana puedo ser yo, o Dominici...
Usted no está con nosotros, está con cualquiera...
MENDIZABAL
Soy un arma, Peña; el que puede la compra y la
usa...
PENA
Los tipos como usted...
MENDIZÁBAL
Ya me lo dijo, no le gustan... Pero somos útiles,
lamentablemente...
PEÑA
Algún día va a dejar de serlo.
MENDIZÁBAL
Difícil... Siempre fue igual: tienen que matar para
conseguir lo que quieren y después tienen que
matar para conservarlo...
PENA
¿Quién le enseñó eso? ¿Dominici?
MENDIZÁBAL
Todos dicen lo mismo... “Al que se pone en contra nuestro hay que borrarlo”... Yo no estoy con nadie, Peña... Trabajo para mi... y por suerte ustedes y sus enemigos coinciden en algo: si hay un trabajo sucio llaman a Mendizábal...
(Se pone de pie.)-Pero duerma tranquilo: nunca
acepto dos trabajos al mismo tiempo...
Se aleja. Peña vuelve a. su Juego.
68. EXT. - FRENTE DISQUERIA AVDA. DE MAYO - DÍA Külpe sale. Mendizábal trata de poner en marcha su coche, pero no arranca. Külpe sube a un colectivo. Mendizábal llama ajín taxi.
69. INT. - TAXI - DÍA
MENDIZÁBAL
Quiero que siga a ese colectivo, que no lo pierda de vista, ¿entendió?
58
TAXISTA
Entendido.
MENDIZÁBAL
No se ponga nervioso y haga las cosas bien...
TAXISTA
Estoy tranquilo.
MENDIZÁBAL
En las paradas arrímese a la parada. Si yo no le
digo nada, usted siga. ¿Está claro?
TAXISTA
Clarísimo... ¿Usted es policía, jefe?
MENDIZÁBAL
No. Soy un cornudo. Estoy siguiendo a mi mujer.
TAXISTA
Disculpe, jefe.
70. EXT. - CALLES - DÍA
El colectivo en el que viaja Külpe pasa seguido por el taxi.
71. INT. - TAXI - DÍA
Mendizábal no pierde de vista el colectivo. El taxista lo mira por el espejo.
TAXISTA
Perdone, Jefe... ¿No le importa pagarme ahora?
Mendizábal saca un billete y se lo da.
TAXISTA (Cont.)
No es por nada, es por si se tiene que bajar de
apuro...
MENDIZÁBAL
Está bien. ¿Alcanza?
TAXISTA
Por esta guita lo sigo hasta Mar del Plata... ¿Hace mucho que está casado?
59
Dos años.
¿Tiene pibes?
No.
MENDIZABAL
TAXISTA
MENDIZABAL
TAXISTA
Déjela ir, jefe... Yo sé lo que le digo... No sea que
haga una macana... No vale la pena.
MENDIZABAL
Usted no la conoce.
TAXISTA
Son todas iguales... Es mejor olvidarse... Las mujeres siempre traen problemas.
72. EXT. - CALLE - BAR - DÍA
Külpe baja del colectivo. Se dirige hacia un bar cercano. Entra. Un hombre (Ferrari) sentado junto a la ventana, le hace señas. Külpe se sienta con él.
Mendizábal observa mientras se hace lustrar los zapatos, en la vereda.
73. EXT. - FRENTE BAR - DÍA
Los dos hombres salen del bar. En la vereda se despiden. Külpe cruza la calle. Ferrari camina por la misma vereda.
74. EXT. - FRENTE BOITE - DÍA
Ferrari abre la puerta de la bolte y baja la escalera que lleva al sótano. Se oye el ruido del disparador de una cámara. Mendizábal cruza la calle.  Se acerca.
La boite se llama Lady Brett. En una vitrina hay varias fotos prometiendo un Show de Strip-tease.
Marte Garson (“La niña de fuego”) sonríe desnuda en una pose forzada.
Algo similar intenta Lupe Quintana.
60
75. INT./EXT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANA KÜLPE - NOCHE Las ventanas del departamento de Külpe están a oscuras.  Mendizábal espera. Hace girar el cubo mágico.
Son ya las once de la noche. Mendizábal termina de comer un sandwich que tenía envuelto en papel. Toma la libreta y busca las páginas en las que había anotado los horarios de Külpe: las arranca y las rompe, no le sirven.
76. INT. - BAÑO HABITACIÓN PENSIÓN - NOCHE Trabaja sin descanso, ampliando las fotos que ha tomado.  Aparecen Cecilia y Külpe, borrosos; Ferrari, Laura y su hijo, y Külpe, siempre Külpe...
77. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - AMANECER
Las fotos cubren el piso, la cama, están sujetas a las paredes con chinches: son reproducciones en varios tamaños del rostro de Külpe, de sus ojos, de un ojo... Cecilia desnuda, en silueta, su rostro y también sus ojos... Laura, Ferrari, el departamento vacío: un rompecabezas que ha mantenido despierto a Mendizábal.
Reacciona cuando suena el despertador. Lo apaga. Comienza a guardar las fotos.
78. EXT. - FRENTE DEPTO. DE KÜLPE - DÍA
La calle casi vacía. Külpe no aparece. Mendizábal está sentado al volante de su coche. Mira la hora. Son las tres de la tarde. Tiene una corazonada.  Arranca.
79. EXT. - PARQUE - DÍA
Bruno, el hijo de Laura, corre remontando un barrilete.  Laura observa, sentada en el pasto. Lo anima para que no se dé por vencido. Su alegría desaparece al reconocer al hombre que se ha acercado y le habla. Külpe no se sienta. Le da una mano y ella se pone de pie.  Hablan mientras caminan.
Bruno lo reconoce, le grita para que lo ayude. Külpe hace señas de que espere. Discute con Laura. La mujer se apoya en un árbol.  Külpe le toma el cabello con una mano en un gesto que parece cariñoso.  En realidad le retuerce el pelo con rabia, le levanta la cabeza, cara al cielo. La suelta y se va. Pasa cerca de Mendizábal que ha observado todo.
61
Laura se apoya contra el árbol, llorosa a pesar suyo, frotándose la nuca dolorida.
Mendízábal se ha acercado.
MENDÍZÁBAL
¿Se siente bien? ¿Puedo ayudarla?
LAURA
Estoy bien, gracias.
HENDIZABAL
No lo parece...
LAURA
Un mareo, no es nada. Baja presión, ya pasó...
MENDÍZÁBAL
Venga, siéntese en un banco...
LAURA
¡Déjeme en paz!
(Se aleja unos pasos. Se detiene. Hace un gesto
de disculpa.) Perdóneme, la cosa no es con usted.
Es muy amable, gracias.
HENDIZABAL
(Asiente.) Hay cosas peores...
Laura asiente a su vez. Trata de sonreír. Su hijo grita:
.BRUNO
Laura, Laura... ¡Veni, se enganchó!
Laura va hacia él. Mendizábal se queda mirándola. El barrilete se ha enganchado en un cable de teléfonos. Laura toma el piolín y tironea.  Bruno protesta.
LAURA
No puedo....no sale.
BRUNO
Así no, lo vas a romper...
LAURA
Hacelo vos, entonces.
Bruno afloja y tira, varias veces. Mendizábal se acerca a él:
MENDÍZÁBAL
¿Te-puedo ayudar? Te pregunto a vos porque tu hermana seguro dice que no...
62
BRUNO
No es mi hermana...
LAURA
(Se ríe.) Soy la madre... y no digo que no...
BRUNO
¿Podes soltarlo?
HENDIZABAL
Difícil... ¿Cómo se enganchó?
BRUNO
Estaba subiendo y coleó...
HENDIZABAL
¿Lo hiciste vos?
BRUNO
¿Para qué, si los venden hechos?
HENDIZABAL
Para que pase esto... Son muy pesados, en lugar de caña usan madera...
BRUNO
¿Vos sabes hacerlos?
HENDIZABAL
Mucho no me acuerdo... Pero si querés hago la prueba.
BRUNO
Querer quiero...
LAURA
Bruno, el señor no puede perder tiempo...
HENDIZABAL
Tiempo es lo que me sobra...
El barrilete gira impulsado por una ráfaga y se enreda aun más en el cable.
BRUNO
Uuhh... ¿Y ahora?
Mendizábal saca su navaja suiza. Abre una hoja chica y corta el piolín con decisión. Bruno se sorprende tanto como Laura.
HENDIZABAL
Lo que se pierde, se pierde. Guarda el ovillo, el pio-63 lín es bueno... ¿Conoces los barriletes cajón? Son los más grandes que hay y vuelan muy alto... No se enganchan nunca.
BRUNO
¿Me vas a hacer uno?
HENDIZABAL
Puede ser,
Mendizábal mira a Laura, buscando una respuesta. Ella acepta como diciendo “usted se lo buscó”.
BRUNO
SI no, no Importa. Me compro otro.
LAURA
SI querés ir a los juegos, apúrate. En seguida nos vamos.
Bruno se aleja corriendo. Mendizábal se acerca a Laura.
LAURA
Es una táctica muy antigua: conquistar al hijo,
para que la madre...
HENDIZABAL
No fue una táctica. No tengo ningún interés en volverla a ver...
LAURA
Era una broma, no se ofenda.
MBNDIZABAL
Cómprele un barrilete. Es inteligente, sabe perder...
LAURA
Sale a la madre, por suerte.
MBNDIZABAL
Adiós, señora. Lamento haberla molestado...
LAURA
¿Y el barrilete cajón, ya se arrepintió? Y llámeme Laura, por favor, el “señora” suena horrible.
MBNDIZABAL
¿No le va a traer problemas que un extraño le regale un...?
64
LAURA
Ningún problema. No hay marido, si eso es lo que quiere saber. Soy separada... ¿Podrá conseguir todo para mañana?... A eso de las cuatro vamos a estar por aquí...
HENDIZABAL
De acuerdo... Hasta mañana.
LAURA
No sé su nombre...
MENDIZÁBAL
Mendizábal. Raúl Mendizábal.
LAURA
Laura Ramos... ex-Külpe... Laura.
80. INT. - HALL PENSIÓN - DÍA
Mendizábal busca su llave. No está. Cuando está subiendo la escalera la dueña aparece.
DUEÑA
Señor Mendizábal... lo están esperando, un amigo suyo... Le dije que esperara abajo pero insistió...  No pude, realmente, no pude impedirlo.
Mendizábal no contesta. Sube.
81. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - DÍA
Las fotos de Külpe, Cecilia, Laura, etc. están desplegadas sobre la cama.  Mendizábal abre la puerta y se acerca hasta enfrentar a Peña, quien casi no lo mira. Sentado Junto a la ventana, estudia con interés una foto de Cecilia.
PEÑA
Lo felicito, Mendizábal... Sabia que le daba por sacar fotos, pero no pensé que fuera tan bueno...
MENDIZÁBAL
¿Cómo entró, Peña?
PEÑA
El dinero hace girar al mundo, y a las dueñas de los hoteles... (Observa a Cecilia.) Linda hembra, ¿no?
65
MENDIZABAL
(Le quita la Joto.) Vayase Peña. Dígame a qué vino y
vayase...
(Comienza a guardar las otras.)
PEÑA
¿Hace falta todo esto para pegarle un tiro a un
tipo? ¿No se estará rayando?...
Mendizábal ha sacado la Luger de su valija. Le apunta a Peña, le apoya el cañón en la mejilla.
MENDIZABAL
No me gusta trabajar gratis, pero con usted puedo
hacer una excepción... ¿Qué quiere? ¿Dominici lo
mandó a verme?
PERA
(Repentinamente serio.) Hay un cambio de órdenes...
Baje eso, no joda...
(Mendizábal afloja la presión.) Se acabó el plazo,
Mendizábal... Hay que liquidar a Külpe cuanto
antes...
MENDIZÁBAL
Dominici pidió discreción.» y pidió informes.
PEÑA
Ya no interesa... No hay tiempo, termine su trabajo
y desaparezca. Rápido.
MENDIZÁBAL
Quiero ver a Dominici...
PERA
Dominici no está visible... Desde ahora me va a
tener que hacer caso... Llame por teléfono si quiere:
Dominici le va a decir lo mismo: que yo estoy al
mando...
¿Qué pasó?
MENDIZÁBAL
PEÑA
Por un tiempo vamos a ser respetuosos de la ley y el orden... Después de Külpe va a escasear el trabajo...  Hay gente que empezó á hacer preguntas...
Dominici cometió un error: creyó que nunca iba a
tener que rendir cuentas...
66
HENDIZABAL
Me parece que usted lo ayudó a equivocarse...
PENA
Puede ser... ¿Estamos de acuerdo, entonces?’
MENDIZÁBAL
SI. Pero hay un problema: la Señora Ravenna...
¿Qué pasa con ella?
PERA
Nos interesa Külpe, nadie más.
MENDIZÁBAL
Está bien. En cuanto vuelva solo, entonces...
Cuando Külpe vuelva solo al departamento...
|Bang!
Mendizábal le apunta a Peña con la Luger y aprieta el gatillo. El percutor golpea en el vacio. La pistola está descargada. Mendizábal sonríe al ver el pánico en el rostro de Peña. Este sale sin decir nada, dando un portazo.  82. INT./EXT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANA KÜLPE - NOCHE En su puesto de observación. Junto a la ventana, Mendizábal espera. El departamento de Külpe está a oscuras.
Mendizábal dibuja en un papel los planos de un barrilete cajón, trata de hacer memoria, rompe una hoja, luego insiste, hasta que cree haber recordado cómo se hacían. Se enciende la luz en el departamento de Külpe.
Mendizábal se tensa.
Külpe entra solo. Tira su saco sobre un sillón. Se mete en el baño.  Sale y se prepara para acostarse. Se lleva una revista a la cama. Apaga la luz del tiving. Ahora sólo hay luz en el dormitorio.
Mendizábal deja de mirar por la cámara. Toma su pistola: la Luger está cargada. Coloca una bala en la recámara. Duda: quita la bala de la recámara, guarda la pistola y cierra la persiana. Vuelve a estudiar los planos del barrilete.
83. EXT. - CASILLA VIÑEDOS - DÍA
Mendizábal deüene el coche y baja. Dos cuerdas atraviesan el paüo. Han colgado sábanas y ropa recién lavada. En un costado hay un bidón del que sale humo. A su lado hay una pila de ropa que espera para ser quemada.  Vienna baja la escalera de madera llevando en las manos un par de camisas y pantalones viejos.
67
. GATO FUNES (Oj)
¿Eso también? Están nuevos...
VIENNA
Es una mugre.
(Se encuentra con Mendizábal.)
¡Hola! Podías haberme avisado que tu amigo era
un roñoso...
MENDIZÁBAL
Por algo le dicen “gato”.
Vienna quema la ropa. Mendizábal sube la escalera.
VIENNA
¿Por los ojos?
MENDIZÁBAL
Por el agua. Desde que lo conozco se bañó cuatro veces...
VIENNA
Cinco...
Al ver al Gato Funes metido en una tina, bajo el alero del primer piso, enjabonándose, Mendizábal descubre el sentido de la respuesta de Vienna.
GATO FUNES
No digas nada. Me lo busqué yo solo.
MENDIZÁBAL
Mal no te hace. Lindo perfume...
GATO FUNES
¿Te quedas?
IfENDIZABAL
No puedo, me rajo enseguida... ¿Averiguaste algo?
GATO FUNES
Sí, tu amigo Külpe no existe... No es cana, no es
detective, no es chorro... No tiene prontuario.
MENDIZÁBAL
¿Y qué pasa con la mina, por qué está con él?
GATO FUNES
¿La mina de Ravenna? Casualidad...-Cupido... ¡Je...!
68
Mendizábal lo mira con ganas de ahogarlo. El Gato Funes deja de festejar su chiste.
GATO FUNES
¿Para qué tanta pregunta Raúl? ¿Tenes que amasijarlo?
Pégale un tiro y chau... Te estás enquilombando
la vida al pedo...
MENDIZÁBAL
Puede ser...
Mendizábal saca una foto de, Ferrari de su bolsillo. Se la da al Gato Funes. El Gato Funes arrima el papel a su cara.
MENDIZÁBAL
¿Lo junas?
GATO FUNES
Sí. Desde que era punga... Después progresó... Es Ferrari. No te metas con Ferrari, déjalo tranquilo...
MENDIZÁBAL
¿Por qué?
GATO FUNES
Falopa. De la buena y nada de ravioles: bolsas...
Es capo, capo.
MENDIZÁBAL
Te lo dejo a vos, que sos amigo. (Vienna se acerca
y toma una toalla.) Tírale de la lengua a ver qué
sabe de Külpe.
VIENNA ¿Ya estás?
GATO FUNES
Mira los dedos: arrugados.
VIENNA
¿Y la cabeza?
El Gato Funes no contesta. Vienna le echa champú y lo frota. El Gato Funes se quita los anteojos.
GATO FUNES
No quiero verle la cara a este turro... ¿Te quedas a morfar?
MENDIZÁBAL
No puedo. Otro día... Gato, necesito unas cañas...
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GATO FUNES
¿Cañas?
MENDIZABAL
Cañas, caña tacuara...
GATO FUNES
Hay unas de pescar, viejas... ¿Te sirven?
MENDIZABAL
Perfecto. ¿Dónde están?
GATO FUNES
En la bodega... ¿Para qué las queres?
MENDIZABAL
(Ki alejándose.) Para un barrilete.
GATO FUNES
(Poniéndose los anteojos.) ¿Eh...?
MENDIZABAL
Tengo que hacer un barrilete...
GATO FUNES
¿Qué dijo?
VIENNA
Un barrilete.
El Gato Funes no puede creerlo.
84. INT./EXT. - HABITACIÓN PENSIÓN - DEPTO. KÜLPE - DÍA Külpe toma sol tirado en su balcón, teniendo la precaución de colocar ¡as palmas de las manos hacia arriba, para que los antebrazos se bronceen también por dentro.
La habitación de Mendlzábal está vacia.
85. EXT. - PLAZA - DÍA
Mendlzábal está sentado en un banco, custodiando las canas de pescar y los rollos de papel barrilete que ha comprado. Se siente ridículo.  Laura se acerca sola. Mendlzábal se pone de pie al verla.
LAURA
Pensé que no Iba a estar.
Estoy. ¿Y su’hijo?
MENDIZABAL
LAURA
*},
Lo dejé en casa... Por las dudas. Sabe perder pero
no quiero que se acostumbre... Está muy Ilusionado
con su barrilete... SI usted no aparecía iba a
comprarle uno y decirle que era regalo suyo...
MENDIZABAL
No iba a ser fácil conseguirlo.
LAURA
No. Voy a buscarlo.
MENDIZABAL
La espero.
LAURA
¿Me espera o me acompaña? Son tres cuadras...
MENDIZABAL
Como quiera... (Recoge sus cosas. Caminan.)
LAURA
Señora. Faltó el señora... ¿Podemos dejar el usted?
Me suena raro, ya nadie lo usa...
MENDIZABAL
Yo lo uso... me gusta. Soy de otra época...
LAURA
Respetuoso...
MENDIZABAL
Mmm. Algo asi...
86. INT. - DEPARTAMENTO DE LAURA - DÍA
El departamento es de paredes delgadas que permiten escuchar diversos ruidos de los departamentos vecinos. Tiene un living en la entrada y luego un pasillo angosto que conduce a los otros ambientes.  Mendlzábal, Laura y Bruno están trabajando en el suelo. Han corrido los muebles un poco, para hacer lugar a las cañas, papeles. Ojera, olla con engrudo y otros elementos. Los cuatro armazones de caña ya están atados con piolín y apilados.
Mendizábal ya ha cortado el papel a la medida del último armazón y termina de pasar engrudo por los bordes, utilizando un pincel.
71
BRUNO
Es más fácil con plasticola...
MENDIZÁBAL
21 engrudo es lo mejor que hay... El agua callente
cocina la harina y cuando se seca no se despega ni
con la lluvia...
BRUNO
Cuando llueve no se remontan barriletes...
Mendizábal levanta, las otras tres partes y las une precariamente a la cuarta con un piolín pasado rápidamente por las puntas de las cañas. El barrilete cajón queda parado en el suelo.
MENDIZÁBAL
Ayúdame... Así va a quedar, más o menos...
LAURA
Hermoso.
BRUNO
¿Lo podemos probar?
MENDIZÁBAL
Mañana. Hay que esperar que seque para ponerle
los tiros...
BRUNO
(Se levanta y va a su habitación.) Es más rápido
comprarlo hecho...
LAURA
Te entendés muy bien con los chicos...
HENDIZABAL
Les hablo como a los grandes.
LAURA
No es ra^o que seas solterón... Lo raro es que
nunca hayas querido tener hijos...
HENDIZABAL
Lo que yo conozco no es para compartir con
nadie...
LAURA
No es para tanto... Hay cosas que valen la pena...
BRUNO
(Interrumpiendo.) ¡Mamá!
72
J Mendizábal gira Junto con la mujer para mirar a Bruno. El chico dispara
( |. tu cámara Polaroid. El flash hace parpadear a Mendizábal. Laura murmura:
LAURA
Hacer un barrilete cajón, por ejemplo... ¿Fue muy
terrible?
HENDIZABAL
No. Pero no se hacen todos los días...
La foto ya ha sido revelada.
LAURA
¿Salió bien?
BRUNO
Sí. Sácanos una vos ahora... Que se vea el barrilete.
Bruno se coloca junto a Mendizábal. El barrilete cajón está en medio de IM dos. Laura aprieta el disparador. El flash relampaguea.
LAURA
Sonría, vamos...
87. INT. - LIVING DEPTO. LAURA - NOCHE
Laura está en el dormitorio de Bruno. Se agacha para ‘.. un beso.
Bale y cierra la puerta con cuidado.
Mendizábal la observa desde la mesa del llvlng. Hay café servido y rectos de sandwiches, de una cena Improvisada.
HENDIZABAL
¿Se durmió?
Laura vuelve y retoma la conversación Interrumpida.
LAURA
Está frito... Después de un año largué, no veía
nunca al nene. Ahora estoy por la mañana en el
colegio y por la tarde hago traducciones, copias a
máquina, de todo. No paro, no puedo, si paro no
me alcanza... No entiendo a las feministas: yo
sueño con un señor que me mantenga, que no me
deje hacer nada... Sólo descansar, rascarme todo el
día...
HENDIZABAL
Tu marido...
73
Ex marido...
LAURA
MENDIZABAL
SI... Kúlpe... ¿No los ayuda?
LAURA
A veces, después de hacerse rogar... O cuando tiene ganas de verme. No hablemos de Rodolfo, me da... mal, me hace mal. Lo soporto por Bruno, lamentablemente es el padre, aunque lo ve tan poco, que es lo mismo que nada... Es un mal bicho... Soy impulsiva, me equivoqué y me la banco. ¿Nunca te dieron ganas de matar a alguien?
Mendlzábal la mira, perplejo.
LAURA (Cont.)
A mi, si...
No es el único defecto, ser impulsiva... Hablo demasiado, digo lo que siento y soy una inconsciente: soy capaz de pasar toda una tarde en mi casa con un desconocido que encontré en una plaza y que casi no habla y que lo único que confiesa es ser viajante, solterón y experto en barriletes...
MENDIZABAL
No hay mucho más para conocer... Tengo que
irme, Laura... Gracias por todo.
LAURA
Al contrario. Bruno la pasó muy bien.
Van hacia la puerta. Laura demora en abrir.
LAURA
Se supone que no soy la que tiene que decirlo, pero... me gustaría que otro día... nos encontráramos...  Yo voy casi todas las tardes a la plaza...
HENDIZABAL
De acuerdo,
Mendlzábal sede. Le da la mano. Laura sonríe.
LAURA
De acuerdo. ¿Qué quiere decir de acuerdo?
¿Mañana? Yo no sé remontar ese armatoste...
MENDIZABAL
Mañana.
74
LAURA
¿A las cuatro? Señor Mendizábal... Gracias... por ser de otra época... antiguo... y respetuoso.
Se acerca a Mendtzábal y le da un beso casi rozándole la boca. Luego se va y cierra la puerta. Mendlzábal se queda mirándola.  88. INT./EXT. - PENSIÓN Y VENTANAS KÜLPE - NOCHE La puerta de Külpe se abre. Este entra, enciende la luz y va a la cocina.  Mendizábal está observando. Deja la cámara, después de observar el agujero de la cortina. Tiene un trabajo que cumplir... Mueve él cubo mágico. Carga la Luger. se abrocha la sobaquera.
89. EXT. - FRENTE EDIFICIO KÜLPE - NOCHE
Mendlzábal llega al portal. La calle está desierta. Saca su navaja suiza y abre con la llave.
90. INT. - PASILLO DEPTO. KÜLPE - ESCALERAS - ASCENSOR - NOCHE Mendlzábal sube por las escaleras. Se detiene en el descanso último.  Controla su Luger, antes de enfrentar a Külpe. Sube, se acerca a la puerta, saca su navaja suiza y elige una llave. El ruido del ascensor que se ha puesto en marcha lo paraliza. Baja la escalera y observa desde el descanto.
Oye voces femeninas. La puerta se abre. Del ascensor bajan Cecilia y
Otra mujer, Marie Garson, la desnudista de la boite Lady Brett
CECILIA
¿Nunca estuviste?
MARIE
Una vez, pero no me acuerdo... Me trajo Ferrari...
CECILIA
¿Salís con él?
MARIS
Hay que vivir.
Tocan el timbre. Külpe abre la puerta.
KÚLPE
Creí que no venías...
75
CECILIA
Cambié de idea. ¿Llegamos tarde?
KÜLPE
El espectáculo empieza cuando usted llega, madame...  Mendlzábal no oye el final de la frase. La puerta se cierra. Mendlzábal baja.
91. INT./EXT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANAS KÜLPE -
NOCHE
Mendlzábal ajusta el foco del zoom.
En el livlng de Külpe, sentada en un sofá, de espaldas a la ventana, Cecilia se suelta la tira de goma que habla anudado en su brazo.  Descansa la cabeza en el respaldo. Está sola.
En el dormitorio, Külpe se levanta de la cama y se apoya en el marco de la puerta. Le habla a Cecilia.
Marte se levanta y va hacia él, le dice algo a Cecilia y sonríe. Külpe la abraza y la besa.
Marte se suelta, ocupa el centro de la habitación, frente a la otra mujer, y hace una parodia del strip-tease que repite noche a noche en la boite.
Külpe sonríe, va hacia el sofá y se queda de pie, a espaldas de Cecilia.
Se agacha para hablarle al oído.
Marte se acerca también, sin abandonar su baile, hasta que se sienta junto a la otra mujer.
Külpe besa a las dos. Luego las deja solas. Se acerca al costado de la ventana, levanta los brazos y tira de una correa: la persiana baja, se cierra casi totalmente...
Mendlzábal presiente que no va a poder dormir fácilmente. Se oye, lejos, el timbre del teléfono.
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V
I
MENDIZABAL
¿Quién llamó?
DUEÑA
A las tres de la mañana ¿le parece? Me despertaron
y encima querían que lo despertara a usted.
MENDIZABAL
Está bien. ¿Quién era?
DUEÑA
No sé, Funes creo, algo así...
MENDIZABAL
¿Qué le dijo, qué quería?
DUEÑA
Hablar con usted, ya le dije... Le dije que no era
hora, que no lo iba a despertar. Se enojó, me gritó
y le colgué...
93. EXT. - AUTOPISTA SUR -DÍA
El coche de Mendlzábal toma el desvío habitual.
94. EXT. - CAMINO DE TIERRA CINTURON ECOLÓGICO - DÍA A mucha velocidad, levantando polvo, Mendlzábal se cruza con los camiones.
92. INT./EXT. - HABITACIÓN PENSIÓN - VENTANAS KÜLPE - DÍA La persiana de Külpe sigue cerrada. Mendlzábal se ha dormido sin quitarse la ropa.
Unos golpes en la puerta de la habitación lo despiertan. Abre la puerta.
La dueña aparece contrariada.
DUEÑA
Mire, señor Mendizábal, yo de usted no tengo quejas, pero haga el favor de decirle a sus amigos que cuando llamen por teléfono llamen a horas prudentes...
76
95. EXT. - CAMINO VIÑEDOS - DÍA
Maltratando la*suspensión, el coche atraviesa los viñedos en dirección a 96. EXT. - CASILLA VIÑEDOS - DÍA El pie de Mendizábal se hunde en el barro. Mendlzábal se agacha, toca el suelo y lo huele. Se incorpora. El lugar está en silencio y no se ve a nadie.
El líquido que ha formado el barro es el vino de las cubas. Mendlzábal sigue su curso ala Inversa, entra a la bodega. Lleva la Luger en la mano.
77
97. INT./EXT. - CASILLA VIÑEDOS - BODEGA - DÍA El barril en el que guardaban las armas y el dinero está destripado. El vino se ha derramado. Se han llevado las armas, la caja con los dólares, no han dejado nada.
Mendlzábal va hacia la casa.
98. INT. /EXT. - CASILLA - VERANDA Y PASILLOS - DÍA Mendlzábal recorre el lugar, sin encontrar a nadie. Lo hace en silencio, siempre en guardia.
99. INT. - CASILLA - DORMITORIO FUNES - DÍA
Abre la puerta del dormitorio: el desorden es total. La mitad del colchón ha caído fuera de la cama. En las tablas de la pared, detrás y mas arriba del respaldo, hay manchas de sangre y agujeros hechos por los perdigones como garbanzos de una Ithaka.
Mendlzábal ya sabe lo que va a encontrar. Sobrepasa la cama y ve al Gato Funes, o lo que queda de él, tirado en el suelo, desnudo, boca abajo, en armonía con el desorden.
Mendlzábal recoge los anteojos. Tienen un cristal roto. Pliega las patillas y los apoya con cuidado sobre un mueble.
100. EXT. - CASILLA - VIÑEDOS - INT. - COCHE MENDIZABAL -
DÍA
Mendlzábal baja la escalera con furia. Se detiene un instante al ver a
Vienna que lo espera, apoyada en su coche. Se acerca a ella,
MENDIZABAL
¿Quién fue?
VIENNA
No sé. Llegué hace un rato... y lo encontré.
MENDIZABAL
Agarra tus cosas y vamonos. No podes quedarte...
Vienna sonríe, muestra su bolso.
VIENNA
Tengo todo.
Suben al coche. Avanzan entre los viñedos.
78
VIENNA
La culpa es mía, por dejarlo solo.
MENDIZABAL
Te bajaban a vos también... La culpa no es tuya, yo
le pedí que averiguara algunas cosas... ¿Sabes
dónde estuvo, te dijo algo?
VIENNA
A un boliche de coperas, por eso fue la bronca, un
boliche de strlp-tease... Me calenté y me ful...
¿Cómo se va a Ir de putas teniendo una puta en
casa...? ¿Vos lo entendés?
Mendlzábal no contesta.
101. EXT. - ENTRADA AUTOPISTA SUR - DÍA
El coche de Mendlzábal se detiene.
MENDIZABAL
¿A dónde te llevo? (Vienna se encoge de hombros.)
No podes venir conmigo, Vienna. Tengo que hacer y
tengo que estar solo...
VIENNA
Me quedo por aquí.
Vienna baja del coche. Mendizábal la llama, metiendo la mano en el bolsillo:
MENDIZABAL
Piba... toma, te va a hacer falta.
VIENNA
Todavía te debo lo otro...
MENDIZABAL
Ya sé, no me olvido... Toma. Chau... Vienna.
Vienna acepta el-dinero.
Mendizábal arranca. Ella sonríe.
VIENNA
Chau. Venl a buscarme... algún día.
El coche se aleja. Vienna lo mira hasta que se confunde en el tránsito.
Guarda el dinero en su bolso.
79
102. EXT. - CALLE FRENTE KÜLPE - DÍA
Mendizábal frena el coche haciendo chillar las gomas. Baja y cierra de un portazo.
Saca su navaja suiza, busca la llave del portal. Abre la puerta y entra.  Junto al timbre del 39 “A” el cartelito rojo que anunciaba “R. KÜLPE” ya no está. El rectángulo está vacío.
103. INT. - ASCENSOR Y PASILLO DEPTO. KÜLPE - DÍA Dejando de lado toda prudencia, Mendizábal sube en ascensor hasta el tercer piso.
Busca la llave en su navaja. Abre con la izquierda. En la mano derecha aferra la Luger. Entra y cierra rápidamente.
104. INT. - DEPARTAMENTO KÜLPE - DÍA
El sitio está en penumbra. La cortina sigue baja como la noche anterior.  El sol se filtra entre las tablitas, forma pentagramas oblicuos en las paredes vacías...
Külpe no está. El living está vacío, los objetos han desaparecido. Sólo queda una alfombra enrollada, las estanterías peladas, las marcas de los cuadros en las paredes...
Y el agujero en el voile naranja.
El dormitorio tiene el mismo aspecto: ya no hay raso negro, ni luces extrañas, ni biombo de espejos. Las puertas del placard abiertas multiplican el desconcierto de Mendizábal al comprobar que también se han llevado la ropa.
El teléfono ha quedado en un rincón en el suelo. Suena el timbre.  Mendizábal descuelga el tubo, pero el timbre sigue sonando. Va hacia la cocina, en la que han quedado algunos restos de comida, una mesa de fórmica y un par de sillas de plástico. El portero eléctrico suena. Alguien llama con insistencia.
Mendizábal duda, luego descuelga, sin hablar. Escucha la voz de Cecilia.
CECILIA
¿Rodolfo? Soy yo, abrí... Dale, ¿me oís?
Mendizábal no abre la puerta. Cuelga el tubo y sale rápidamente.
105. INT./EXT. - FRENTE EDIFICIO KÜLPE - DÍA
Cecilia espera en la calle. Vuelve a tocar el timbre del portero eléctrico, con impaciencia.
80
Mendizábal avanza por el pasillo. Abre la puerta y la toma de un brazo. Le mete la Luger en el estómago y susurra:
MENDIZÁBAL
Si gritas te reviento... Quiero hablar con vos... Si no gritas no te va a pasar nada... ¿entendiste?
CECILIA
Está bien, no grito... por favor...
Mendizábal guarda la Luger en la sobaquera.
CECILIA
¿Qué pasa, qué te hice?
£1 la arrastra hacia adentro.
106. INT. - PASILLO ENTRADA - ESCALERA - ASCENSOR - DÍA Mendizábal la lleva con violencia hasta la escalera. Allí la suelta. Cecilia queda contra la pared.
MENDIZÁBAL
¿Dónde está Külpe? Decíme dónde está Külpe...
CECILIA
Arriba, esperándome... ¿Dónde querés que esté?
Mendizábal le pega una bofetada rápida, sorpresiva. Cecilia grita.
Alguien llega en el ascensor hasta la planta baja. La puerta no abre.  Un matrimonio de cierta edad sale del ascensor y va hacia la salida. Al pasar por el pie de la escalera miran escandalizados a Mendizábal y Cecilia. No se detienen pero siguen mirando hasta llegar a la puerta.  Mendizábal tiene abrazada fuertemente a Cecilia, con aparente pasión, ocultando la cara de ella con la suya, simulando besarla.  Cecilia reacciona de la bofetada. Le busca la cara al hombre, le roza la boca. Mendizábal siente que la desea. El ruido de la puerta de calle cerrándose lo vuelve a la realidad. Se separa. Cecilia no lo suelta.
CECILIA
Para qué lo querés a Külpe... ¿Te calienta más que yo?
Mendizábal la agarra del pelo, le tira la cabeza hacia arriba, repitiendo el gesto que le viera hacer a Külpe con Laura en la plaza.
MENDIZÁBAL
¡Puta de mierda, decíme dónde está...!
CECILIA
Ayy... no sé... No lo sé...
81
Un hombre está en la puerta, llama por el portero eléctrico.  Mendizábal empuja a Cecilia escaleras abajo. Llegan a la puerta del sótano. Abre y la empuja adentro.
107. INT. - SÓTANO EDIFICIO - CALDERAS - DÍA
El empujón de Mendizábal arroja a Cecilia contra la caldera. Mendizábal la levanta y la vuelve a golpear.
MENDIZÁBAL
Dónde se fue, decline...
Cecilia sigue negando. Mendizábal saca su navaja suiza. Abre la hoja serrucho. Se arrodilla junto a la mujer y le muestra la hoja.
MENDIZÁBAL
¿Querés ver cómo te dejo la jeta? ¿Querés ver?
CECILIA
No sé nada, por favor... Te doy plata, ¿querés
plata? ¿Qué querés?
MENDIZÁBAL
¿Quién es Külpe, es cana?
CECILIA
...me vende heroína, pero no sé nada, no sé quién
es...
MENDIZÁBAL
No me mientas, turra... Külpe trabaja para vos.
¿Querés saber qué pasó con tu marido?
CECILIA
¿Qué decís? Mi marido se pegó un tiro. ¿De qué
hablas?
MENDIZÁBAL
¿Me vas a decir dónde está Külpe? ¿Me vas a
decir?
Apoya la navaja serrucho contra la mejilla de la mujer. Cecilia pierde el control; lo insulta, grita.
CECILIA
No te voy a decir nada, maricón, hijo de puta...
Rodolfo te va a reventar, guacho puto...
Mendizábal la golpea. Cecilia cae al suelo. Mendizábal guarda su navaja.  Se arregla la ropa. Va hacia la puerta del sótano. Saca la Luger y mira a 82 Cectlia. El ruido de la caldera apaga la explosión de los dos disparos que sacuden el cuerpo de la mujer.
108. INT. - BOITE “LADY BRETT - DÍA
Marie Garson libera sus pechos, se inclina hacia adelante, los hace girar y hace girar la mostacilla plateada que cubre sus pezones. La música subraya sus acciones. El poco, público responde favorablemente a las provocaciones de la bailarina.
En la barra, Ferrari toma un whisky y hace cuentas en una servilleta.  Mendizábal baja desde la calle. Se acerca a la barra. Observa a Marie hasta que descubre a Ferrari. Se acerca al otro y le hace sentir la Luger en las costillas.
MENDIZÁBAL
Vamos adentro, quiero hablar.
No es la primera vez que Ferrari se ve metido en un lío semejante. Con parsimonia se levanta y asiente.
FERRARI
Guarde eso, no hace falta... Venga.
Cruzan por delante de Marie.
109. INT. - BOITE - OFICINA FERRARI - DÍA
Los dos hombres entran. Mendizábal cierra la puerta. Ferrari va hasta su escritorio. Mira la Luger con preocupación.
FERRARI
No joda con eso. es peligroso... ¿Qué pasa, de qué
quiere hablar?
MENDIZÁBAL
De un amigo suyo: Külpe. Quiero saber dónde está,
nada más.
FERRARI
En su casa, que yo sepa... ¿Sabe dónde es?
MENDIZÁBAL
Voló. Desapareció. No puedo perder tiempo, Ferrari.
Dígame dónde está.
FERRARI
No lo sé. ¿por qué tengo que saberlo?
83
MENDIZABAL
Está bien... De cualquier manera iba a matarlo...
FERRARI
¿Quién sos. flaco? ¿Qué te hice yo? ¿Estás fumado?
HENDIZABAL
El Gato Funes estuvo con vos anoche...
FERRARI
Es un amigo. Viene cuando quiere.
MENDIZABAL
No va a venir más: lo mandaste matar, Ferrari...
Se oyen unos golpes en la puerta. Sin esperar respuesta, Marte Garson entra al despacho:
HARIE
Pepe, ya arreglé con Lupe para que haga otra
entrada...
Ferrari se mueve con rapidez: saca un revólver de la parte de abajo de la tapa del escritorio.
Marte se queda paralizada al ver a Mendizábal con su Luger. Cuando la Luger se sacude y las balas arrojan a Ferrari contra la pared. Marte grita, como sólo una desnudista histérica puede gritar.
Mendizábal la empuja y sale. Corre hacia la puerta.
Lupe Quintana todavía no ha alcanzado a mostrar lo mejor que tiene.  Mendizábal se lleva por delante a un espectador en el momento en que Marte Garson sale y grita:
HARIE
¡Agárrenlo, agárrenlo, mató a Pepe, lo mató...!
Lupe grita y en un arranque de pudor, se cubre con un cortinado. El barman se siente heroico por última vez en su vida. Salta por encima del mostrador y cae encima de Mendizábal. Este le pega un culatazo y se Incorpora.  Tira un disparo al aire. Los clientes, coperas y demás, se esconden donde pueden.
Pero el barman es fiel: sujeta a Mendizábal por una pierna. Desde el tercer peldaño de la escalera Mendizábal gira y descerraja un balazo en la nuca del barman que golpea lo que queda de su cara contra el suelo.  Otra mujer grita.
110. EXT. - FRENTE BOITE “LADY BRETT”
Mendlzábal sale al exterior. Guarda la Luger y se aleja con paso normal.
Si algún peatón ha observado algo, ha fingido que estaba sonando.
84
111. EXT. - FRENTE DEPARTAMENTO DE LAURA - NOCHE
El coche de Mendizábal se detiene en la vereda de enfrente. Se arregla la
ropa y baja.
112. INT. - DEPARTAMENTO DE LAURA - NOCHE
Laura abre la puerta. Se ha levantado de la cama, cubriéndose con una bata. Mendizábal está serio, sudoroso y no sabe que tiene una mancha de sangre en su camisa. No está herido.
LAURA
¿Qué hora es, Raúl, qué pasa? (Parece no ver esa
mancha.)
HENDIZABAL
Tengo que hablarte.
El barrilete cajón está sobre la mesa.
LAURA
Pasa, por favor... No hagas ruido, Bruno esta durmiendo...
Te estuvimos esperando...
HENDIZABAL
Me voy enseguida... Quiero saber una cosa, Laura...
LAURA
No soy virgen, si es eso lo que...
HENDIZABAL
¿Cuándo viste a Külpe?
LAURA
El jueves o el viernes, creo... ¿Por qué?
HENDIZABAL
Tengo que hablar con él...
LADRA
Pero si no se conocen...
HENDIZABAL
Tengo que verlo, no preguntes nada. ¿Dónde está?
LAURA
Llamó está mañana desde el Aeroparque... Se iba a
Mendoza, creo...
85
MENDIZABAL
¿Por cuánto tiempo?
LAURA
No dijo... Será una semana, como siempre.
Mendlzábal va hacia la puerta. Laura lo sigue, lo detiene:
LAURA
Raúl, por favor... ¿Que pasa, no entiendo nada, qué tenes que ver con Rodolfo...? ¿Para qué lo buscas?
MENDIZABAL
Para matarlo.
LAURA
No hagas bromas, te pregunto en serlo... (Mendlzábal
va hada la escalera.) [Raúl...!
UENDIZABAL
Es la verdad.
LADRA
¿Pero, por qué, qué estás diciendo?
MENDIZABAL
No tengo nada contra él... Pero tengo un trabajo que cumplir.
Mendlzábal se va. Laura lo mira, sin entender.
113. EXT. - CALLE FRENTE OFICINA DOMINICI - NOCHE
Peña sale del edificio. Parece contrariado. Se acerca con paso rápido al coche de Mendlzábal. Lleva un sobre en la mano. Llega hasta el coche y sube rápidamente.
114. INT. - COCHE MENDIZABAL - EXT. - FRENTE OFICINA
NOCHE
PERA
Se volvió loco, ¿para qué me llamó? Hable rápido, no quiero que nos vean juntos...
MENDIZABAL
Külpe se fue.
86
PENA
¿No estaba en la boite? De todos los cadáveres que
dejó, ¿ninguno era Külpe? Linda cagada se
mandó...
MENDIZABAL
Necesito tiempo. Peña, unos días más y lo encuentro...
PENA
Olvídese. Desaparezca, entlérrese...
MENDIZABAL
No puedo. No me gusta dejar las cosas a medias...
PENA
¡Usted hace lo que yo le digo! |Su trabajo terminó,
se acabó, finito! Haga de cuenta que Külpe se
murió, que no existe...
MENDIZABAL
Un día, Peña, veinticuatro horas...
PENA
¿No entiende, Mendizábal? Usted no es nadie, no
tiene ni tiempo, nada... Un tipo como usted no
puede cometer errores... Tenga. Vayase a donde
sea, fuera del país, si puede. Lo que habíamos
arreglado. Cuéntelo, si quiere.
Le tira el sobre. Mendizábal lo levanta. No entiende.
MENDIZABAL
El trabajo no esta terminado... Guárdeselo, no
quiero nada.
PENA
(Sale del coche. Se asoma por la ventanilla.) Haga
de cuenta que es su jubilación, Mendizábal...
115. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - EXT. - VENTANAS KÜLPE - NOCHE La ventana de Külpe sigue a oscuras, con la persiana subida hasta la mitad.
Mendizábal termina de hacer su valija. Guarda las fotos. Se acerca a
li ventana. Toma el cubo mágico y lo tira sobre la ropa, pero el cubo cae
87
al suelo. Algo le liaestá
baja... Se encirde
Külpe. Mend^-i’:•...-.’
j. la. atención: la ventana de Külpe, la persiana no
de una luz en el llvlng, luego otra en el dormitorio
••i duda: toma su Luger y sale.
116. EXT. - FRENTE EDIFICIO KÚLPE - NOCHE
Mendlzábal tiene la navaja suiza en la mano. Mete la llave en la cerradura y entra. No esconde su Luger.
117. INT. ASCENSOR Y PASILLO DEPTO. KÜLPE - NOCHE Sale del ascensor. Se detiene frente a la puerta: una franja milimétrica de luz se filtra por el zócalo. Abre con cuidado y luego empuja la puerta con violencia.
118. INT. - DEPARTAMENTO DE KÚLPE - NOCHE
El departamento sigue vacío: la alfombra hecha un rollo, el teléfono en el suelo... Pero las paredes están tapizadas por fotos: fotos de Mendizábal, ampliadas como él amplió las de Külpe, sus ojos, su boca, su ojo... Las fotos que tomó Bruno: Mendlzábal con el barrilete cajón, Mendizábal sonriendo junto a Laura, junto a Bruno, en el departamento de Laura, en el banco de la plaza, ridiculamente sentado, vigilando las cañas de pescar y el papel barrilete...
Mendizábal está paralizado. Detrás de él, Külpe cierra la puerta del departamento. Tiene un revólver con silenciador en la mano. Sonríe.
KÜLPE
Suelte la Luger, Mendizábal, déjela caer... (Mendizábal
obedece mecánicamente.) Ahora avance...
despacio.
Mendizábal camina. Llega cerca de la cortina. Fija su vista en el agujero hecho con su cigarrillo, en su desafío...
KÜLPE
Dése vuelta, si quiere.
Külpe se sienta en una de las sillas de la cocina, a horcajadas, apoyando sus brazos en el respaldo, sosteniendo el Smlth & Wesson con negligencia.  Mendlzábal gira. Lo mira.
KÜLPE
Es un placer... Realmente, Mendlzábal, es un placer...
Usted tiene mucho prestigio... El oficio no es
malo pero tiene sus riesgos... Hay que saber abrir-
88
se a tiempo... Ahora le toca a usted, pero a lo mejor a mí me están esperando abajo... Nos tienen que borrar... ¿Qué es lo primero que hace un buen asesino, un profesional? Hace desaparecer el arma...
Somos peligrosos, Mendizábal, sabemos muchas
cosas y estamos en el mercado: si nos pagan bien
podemos empezar a hablar... Y no es mala idea: la
hora de los fierros se acabó... por ahora. (El revólver
apunta ahora al pecho de Mendlzábal.)
Usted lo dijo muy bien, Mendizábal... ¿Cómo fue? Hummm. “No tengo nada contra usted... Pero tengo un trabajo que cumplir...”
El ruido de los tres plomos entrando en el pecho de Mendlzábal es mas audible que las escupidas secas del silenciador.
Külpe ha apretado el gatillo sin odio, como buen profesional; como Mendizábal que ha esperado a la muerte de pie, mostrándole la cara, sacudiéndose en el aire antes de caer, sin una queja.
119. INT. - HABITACIÓN PENSIÓN - EXT. - VENTANAS DEPTO.
KÜLPE - DÍA
La dueña cierra la valija de Mendlzábal después de recoger el cubo mágico y guardarlo.
DUEÑA
¿Por qué no me avisó? Yo no tengo Inconveniente
en entregarle sus cosas, pero imagínese, si me avisaba
con tiempo podía haberla alquilado, asi quién
sabe hasta cuándo...
Külpe saca unos billetes del bolsillo y se los da a la dueña.
Laura espera junto a la puerta, comparte el momento con disgusto.
KÜLPE
Mendizábal piensa en todo: me dejó esto para
usted... ¿es suficiente?
DUEÑA
Faltaba más, muchas gracias... Ya me extrañaba que se hubiera ido a... ¿dónde?
Mendoza
KÜLPE
DUEÑA
A Mendoza, sin acordarse de mí. Es muy organizado,
muy cuidadoso... Lástima que fume tanto, no
89
le hace bien a nadie... A mí nada me molesta más
que me quemen los muebles, para eso están los
ceniceros, ¿no...? Se lo dije cuando llegó, pero
mire, ¿ve?
Le muestra la cortina de la ventana: hay una quemadura circular de casi un centímetro de diámetro. Külpe asiente y sonríe.
DUEÑA
Un descuido y chau, se quemó la cortina... Una cretona hermosa, qué le va a hacer...
Külpe tiene la valija en la mano. Va hasta la puerta, precedido por Laura y seguido por la dueña.
DUEftA (Cont.)
A mi me duele porque es mi casa, aunque alquile yo siento que la habitación es mia... También ahora las telas son puro nylon, dicen mezcla pero no les ponen algodón, puro nylon... Dele saludos al señor Mendizábal. que vuelva cuando quiera...
A través de la ventana de Mendlzábal se ve la ventana de Külpe. Los agujeros de las cortinas son casi Iguales, simétricos; se superponen, se confunden...  Se oye la puerta de la habitación que se cierra.
TÍTULOS FINAL

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